martes, 2 de diciembre de 2014

Problemas de Marineros afro-Hondureños y Cerrando la Puerta a imigracion y Derechos de social security


Marineros Afro-Hondureños tienen unos Problemas Especiales

(Parte 1 de 3)

Escrito por Wendy Griffin

“Antes los marineros garífunas eran los marineros mejores del mundo”, comienza el video en el Internet  sobre la vida del cantante garífuna hondureño Aurelio Martínez, “La Aventura Garífuna”. Honduras tiene el segundo  número más grande de marineros de la mercante marina registrados en el mundo, después de Filipinas,  y antes  muchos eran procedentes de dos de las etnias afro-hondureñas --los garífunas y de los negros de habla inglesa. Esto es bastante increíble tomando en cuenta que solamente hay 8 millones de personas en todo el país de Honduras, o sea como cerca de la población de la ciudad de Nueva York.

Los Garífunas son descendientes de indígenas caribes y arahuacos de la Isla de San Vicente quienes se formaron familias con africanos que llegaron a la isla de diferentes maneras, incluyendo naufragos y escapando en balsas desde Barbados  donde ellos trabajaban como esclavos para los ingleses.  Después de perder dos guerras en contra de los Ingleses, los Garífunas fueron exilados a Honduras en 1797. Muchas de sus comunidades tradicionales están cerca a los puertos principales que las compañías bananeras  en Honduras—Puerto Cortés, Tela, La Ceiba y Trujillo. Muchos hombres garífunas vivían de la pesca antes de incorporarse al trabajo de las compañías bananeras.

Los negros de habla Inglesa llegaron a Honduras de diferentes islas como Gran Cayman y Jamaica o países vecinos  como Belize y Nicaragua, principalmente en el siglo 19 después que terminó la esclavitud en sus países de origen, y continuaron de llegar durante la bonanza bananera al comienzo del siglo 20 en la Costa Norte de Honduras. Ellos también se asentaron principalmente en los puertos de la Costa Norte, además de las Islas de la Bahía en Honduras y muchos también fama de ser pescadores y navegaban en el mar en pequeñas embarcaciones llamados “dory” o “skiff”.  Actualmente estas dos etnias afro-hondureñas forman aproximadamente 3% de la población de Honduras,  pero todavía hay docenas de comunidades en Honduras donde estas etnias forman la mayoría de los habitantes.

Los Garífunas en la Segunda Guerra Mundial

Antes que se comenzaron construir los ferrocarriles de las compañías bananeras hondureñas, los Garífunas y los negros de habla inglesa, la mayoría de estos últimos vivían en Islas de la Bahía al norte de la Costa Norte de Honduras, eran activos en el siembro, cosecha y venta de bananos.  También los reclutores para construir el Canal de panamá llegaron hasta  las puertas de sus casas buscando quien construir el canal de Panamá que se terminó el mismo año que comenzaron entrar las compañías de ferrocarril en Honduras. Cuando entraron las compañías de ferrocarril que construyeron los puertos de Puerto Castilla, La Ceiba, y Tela y utilizaron el puerto de Puerto Cortes, los Garífunas y los Negros de habla inglesa formaban parte importante de su mano de obra, particularmente en los Puertos, por ejemplo de sacar los racismos del tren y subirlos a los barcos y en la corte de caoba que se utilizó para todo desde los barracones hasta los rieles y aun los mismos vagones del tren.

 Después de que la compañía bananera United Fruit, dueño de la Truxillo Railroad, comenzó de cerrar sus operaciones en Honduras nororiental, que en 1942 eran mínimas,  los hombres garífunas comenzaron a trabajar como marineros o marinos mercantes especialmente para las compañías bananeras como la United Fruit (actualmente Chiquita) y la Standard Fruit (ahora parte de Dole). Había escasez de marinos blancos de origen estadounidense debido a la Segunda Guerra Mundial y por esta razón dieron chance a los negros Garífunas e Isleños para ser marineros.

Por hablar inglés desde la década de 1950, muchos negros de habla inglesa de Honduras trabajaban en los barcos cruceros de turistas, alcanzando buenos puestos como purser. Muchos marineros Garífunas se especializaron en la cocina, ya que era costumbre de las mamas garífunas de enseñar a sus hijos como cocinar, si acaso estaba enferma la esposa, pero también a veces trabajaban de saloonman (mesero), seguridad o de limpieza.

 Durante la Segunda Guerra Mundial, los barcos de la Standard Fruit y la Grande Flote Blanco de United Fruit junto con todos sus tripulantes hondureños fueron utilizados como barcos de transporte para apoyar las fuerzas armadas de los EE. UU., por ejemplo en el Mar Pacífico. Mi amigo hondureño garífuna Sebastián Marín dijo que el como marinero de la United Fruit/Worldwide Shipping  estaba en Pearl Harbor apoyando las fuerzas armadas de los Estados Unidos durante la guerra y que muchos de los hombres garífunas de su época de Trujillo había sido en los barcos durante la Segunda Guerra Mundial así. A pesar de su nombre “Great White Fleet”, a veces era necesario pintar los barcos de color gris para que pasaran sin ser observado por los japoneses o por los submarinos alemanes, observó Sabas Whittaker, un hondureño de familias de garífunas y negros de habla inglesa y anteriormente un marinero del mercante marina.

 Estos marineros Garífunas tienen derecho de ser incluidos en la lista de los nombres de los veteranos de la Segunda Guerra Mundial en el memorial a estos en Washington, DC, pero generalmente no son tomados en cuenta.  Otros Garífunas de Honduras y Belice ayudaron con el  trabajo en la Zona del Canal de Panamá o en una base naval de EE.UU. en Puerto Castilla, Honduras, cerca de Trujillo durante la Segunda Guerra Mundial (Griffin y CEGAH, 2005). Los Garífunas y Negros de Habla Inglesa de Belice, reclutado por los británicos, también lucharon juntos con los Aliados en contra de las fuerzas de Hitler  durante la Segunda Guerra Mundial en Europa y en África del Norte (Avila, 2009). “Es hora que se da reconocimiento a estos hombres marineros  afro-hondureños que apoyaron la logística en la Segunda Guerra Mundial. Este era la única manera de hacer llegar las cosas en aquel momento,” dijo Sabas Whittaker.

La práctica de utilizar marineros afro-hispanos del mercante marina como marineros durante las guerras continua hasta nuestros días. Durante la guerra entre Inglaterra y Argentina por las Islas Malvinas  el gobierno de Inglaterra utilizó los barcos de la Cunard Lines, una compañía de origen inglés con barcos cruceros para turistas, para transporte  de tropas y armas a las Islas Malvinas. El hermano de Sabas Whittaker fue con el barco hasta que fue cambiado para ser utilizado en la guerra, pero para ir a la batalla, solamente utilizaron marineros británicos.  Unos marineros garífunas de Trujillo, Honduras, pero ahora ciudanos norteamericanos han ido varias veces a Iraq cocinando como chef  en los barcos de transporte que llevaba los materiales para apoyar la guerra en Iraq como el hermano de Rigo Calix de Trujillo. Son de la mercante marina, no de la marina norteamericana, y son miembros de un sindicato para marineros en los EE. UU.

Las Familias de los Marineros Hondureños

 Si el esposo  de una mujer garífuna es un marinero, implica muchas dificultades para él y para su familia, porque el hombre está lejos de su familia durante 4-6 meses a la vez, y antes solamente dieron vacaciones una vez al año, según cuentan los marineros viejos.  Por ejemplo, la mama del pintor Garífuna Herman Alvarez era muy estricto con el, pero el cree que ella sentía mucho estrés ya que ella tenía que jugar el papel de mama y papa mientras su padre trabajaba de marinero con la United Fruit. En aquel tiempo los marineros solamente regresaban a casa una vez al año, en vez de dos veces actualmente.

También el trabajo de marinero es un trabajo duro, con 70 horas semanales mínimos y horas extras frecuente, ahora con salarios relativamente bajos porque los barcos les quitan parte de su salario para  alojamiento y comida, y sin beneficios. A un amigo garífuna fue ofrecido recientemente trabajo de un marinero con contrato  por $ 440/mes  después de quitar el dinero para la comida y el alojamiento con 70 horas de trabajo la semana y la posibilidad de tiempo extra (overtime) pagado a $2.40 la hora . Según su exesposa, después de trabajar un tiempo el ganaba más dinero, casi $1,000 a mes. Los salarios de antes eran más altos de $1,500 a $2,000 al mes, reportaron ex-marineros isleños. Cuando los viejos marineros Garífunas como Sebastian Marin comenzó a trabajar, los sueldos eran extremamente bajos-hasta $1 al día.

También parece ser un trabajo peligroso ya que varios de los garífunas de Honduras o marineros de las Islas de la Bahía que he conocido, se han muertos como Otto un Garífuna de Trujillo o han sido heridos en el barco, por ejemplo perdiendo la vista de un ojo como el padre de Dorn Ebanks, un isleño,  o casi de los dos ojos, Tomas Marín, un hijo de Doña Clara Garifuna una Garifuna de Trujillo, con poca o ninguna compensación. 

Muchos de los marineros hondureños han sido expuestos a asbestos en los barcos muchas veces, pero los casos legales de ellos por daños causados por asbestos, que generalmente causa problemas respiratorios incluyendo un cáncer muy letal, no los atienden los cortes legales en los EE. UU.  Desconozco la razón legal porque los tienen en un “docket inactivo” (una lista de casos inactivos, que el corte no está atendiendo.). Actualmente se ha cambiado la manera que se paga la indemnización por enfermedades causados por asbestos, entonces tal vez son eligibles para este dinero muchos familias de marineros fallecidos por canceres causados por asbestos.

Puede ser que no fueron atendidos legalmente antes por que los trabajadores no eran de nacionalidad norteamericana y los barcos muchas veces navegan bajo banderas extranjeras entonces no son considerados dentro de “empleados de compañías norteamericanos” o como personas que caen dentro de la jurisdicción de las cortes de los EE. UU.  Aunque la economía de los EE.UU. se basa en gran medida de las importaciones, nadie  piensa en la vida o las condiciones de trabajo de los marineros que nos traen estos productos.

Están Cerrándose las Puertas a Jóvenes Afro-Hondureños Pobres quienes quieren ser Marineros

(Parte 2 de 3)

De Wendy Griffin

Antes fue fácil conseguir trabajo de marinero para los garífunas y los isleños hondureños. Unos comenzaron porque a través de un pariente o amigo,  conseguía una carta de oferta de trabajo, como un tío del pintor garífuna Herman Álvarez de San Juan, Tela, consiguió una oferta de trabajo para el hermano de Herman Álvarez hace más de 30 años y este hermano  hasta hoy es marinero.

 Otros como Sabas Whittaker se presentaron en el puerto al capitán y el aceptó llevarlo.  Así lograron embarcarse muchos hondureños. Aun que originalmente fueron embarcados principalmente Garífunas y Negros de habla Inglesa, luego los mestizos de la Costa quienes hablaban algo de inglés también se fueron. Algunos lograron hablar varios idiomas, conocieron países por todo el mundo, y algunos eran cocineros excelentes. En Santa Fe, Honduras en Restaurante Caballero, un viejo garífuna Pedro Cabellero, anteriormente un chef  de un barco crucero tiene su restaurante, y hay turistas internacionales de los EE. UU., Canadá, y Europa quienes llegan allí solamente para probar su comida. 

Si uno tenía un buen record con la compañía bananera en sus barcos, ellos ayudaron al marinero emigrarse con toda la familia, reportó Sebastian Marin, un Garifuna de Trujillo. Según el libro de Afro-Centroamericanos en Nueva York de la Dra. Sarah England, casi todas las familias garífunas ahora residentes en la Ciudad de Nueva York comenzaron llegar a los EE. UU. a través de un familiar quien era un marinero con la mercante marina.  Según Dorn Ebanks, durante su niñez en Roatán, Islas de la Bahía, toda una generación de hombres isleños se fueron a trabajar internacionalmente de marinero como hizo su papa durante décadas. 

El padre de Dorn Ebanks, actualmente alcalde de Roatan, regresó a Islas de la Bahía pero otros Isleños y Negros de habla Inglesa de la Costa Norte quedaron en los EE. UU. por ejemplo en Brooklyn o Nueva Orleans. Antes los marineros Isleños construyeron sus casas en Roatan o las otras Islas de la Bahía para ser capaces de regresar a vivir allí, pero con la subida de los precios de los solares con el aumento del turismo internacional de buceo, muchos marineros no logran encontrar como construir una casa familiar en las Islas.

Ahora ponen muchas trabas a los jóvenes Garífunas o Isleños pobres quienes quieren ser marineros. Por ejemplo,  exigen un curso de marinero de una semana en Omoa, que cuesta casi $1,000 entre pasaje, hotel, comida, la matricula, exigen la cedula de identidad hondureño y el  pasaporte hondureño  que hay que sacar en La Ceiba y por lo cual hay que pagar, y la carta de embarcación  (Seaman’s book) que hay que sacar en Tegucigalpa que es gratis pero a veces hay que pagar mordidas para sacarla, y la visa Americana que desde junio 2013 hay que sacar en El Salvador y por lo cual se paga $130 solamente para obtener la cita sin incluir el viaje, y a veces no dan la visa.

También los dueños de los barcos  ahora exigen terminar la segundaria y hablar inglés y aun idiomas europeos como italiano.  No hay Institutos de enseñanza segundaria en la mayoría de las comunidades isleñas y Garífunas y tampoco hay cursos de hablar, leer y escribir inglés. También el Congreso Americano ha dictado leyes que para ciertos tipos de barcos hay que usar cuídanos norteamericanos.

La falta de la posibilidad de imigrar legalmente como marinero hace que la imigración ilegal de varones jóvenes garífunas ha aumentado. En un articulo de HondurasWeekly.com sociólogo canadiense Tim MacNeil estima que 50% de los jóvenes garífunas entre 13 y 21 años han imigrado a los EE.UU.  Ya que los varones no logran tener un buen empleo como ser marinero, no pueden formar hogares estables y mantener a una esposa y sus hijos. OFRANEH, la federación étnica de los Garifunas hondureños  ha notado un aumento preocupante en la imigracion de madres jóvenes y sus hijos. Las acciones del gobierno de Honduras de despojar a los Garifunas de varias comunidades como Vallecito, Barra Viejo, y Puerto Castilla también fomenta la imigracion a los EE. UU.  Muchos de los que imigran tienen familiares en los EE. U.U. pero después del ataque a los torres gemelos en Nueva York en 2001 los tranmites de imigración legal para la reuniónificacion de familias tarda más de 10 años.

 Antes los marineros hondureños si aprendieron leer inglés tenían la opción de tomar el examen para el G.E.D. (una diploma equivalente a la escuela segundaria o “high school” ) en los EE. UU. Existían cursos por correspondencia para preparar para este examen. Así calificaron para entrar en la universidad en los EE. UU. Así hizo Sabas Whittaker, logrando sacar una licenciatura y una maestría después de pasar el G. E.D., y finalmente trabajó más de 20 años en Connecticut en Salud Mental. Ahora el gobierno de los EE. UU. no permite a personas que no son norteamericanos tomar el G.E. D., otra vez cerrando puertas a los jóvenes afro-hondureños pobres. 

También ahora después de 9/11 hay más dificultades para sacar la visa que solo lo dan por un año. Hay casos recientes que unos Garífunas están trabajando como marineros, se comportan bien, la compañía quiere que ellos se quedan trabajando, pero en la mitad del viaje, el gobierno de los EE. UU. no les renuevan su visa de marinero y tienen que regresar a Honduras donde dice no hay fuentes de empleo ahora.

Marineros Garífunas e Isleños Hondureños—Problemas de la  Vejez y la Muerte

(Parte 3 de 3)

Wendy Griffin 

Los marineros hondureños que son residentes en los EE. UU. y que no son ciudanos estadounidenses generalmente no reciben pensión de Social Security por su trabajo como marinero. Este puede ser por que la Empresa con que está trabajando aunque que sale de puertos norteamericanos, la empresa no es norteamericana. Por ejemplo, una empresa de vapores de la United Fruit era la Empresa Hondureña de Vapores, una compañía hondureña, para asi pagar menos impuestos y tal vez menos salarios. También puede afectarles que la bandera del barco no es norteamericano. La mayoría de los barcos tienen banderas de convenecia como Panama, en vez de donde sale del puerto.  También  puede ser es porque ellos mismos no son norteamericanos. Muchos barcos donde trabajan los afro-hondureños salen de Europa y así por supuesto no corresponde una pensión en los EE. UU.  También les afecta si cambian de empresa a empresa cada año, dependiendo donde consiguen trabajo, como pasó con el padre de Dorn Ebanks.

Tampoco reciben pensión de las compañías dueños de los barcos aunque estas son compañías norteamericanas como la United Fruit (ahora Chiquita).  Antes era imposible la doble ciudanía en Honduras, y por esta razón unos marineros garífunas  como mi amigo Sebastian Marin no cambiaron su nacionalidad aun que tenían los requisitos para hacerlo. Entonces sufren de necesidad en su vejez después de trabajar 30 o 35 años en barcos en el exterior los marineros garífunas e isleños y dependen de sus hijos o hijas, quienes muchas veces se quedan en los EE. UU.. Marineros que se hicieron ciudanos a veces tienen derecho a Social Secuirty cuando ellos se jubilan, pero siempre depende de la nacionalidad de la compañía para quien trabaja. Antes que fue legal la doble ciudanía en Honduras durante la Administración de Presidente Ricardo Maduro, los jubilados garífunas que regresaron a Honduras con ciudanía de los Estados Unidos tenían que salir del país cada seis meses por no gozar de residencia en su país natal, como hizo Don Vilo un marinero Garífuna de Trujillo cuyo hijo ahora vive en Atlanta.

 Por la cuestión de cuidar los nietos de las hijas que están trabajando, muchas veces la esposa del viejo marinero garífuna también se queda en los EE. UU., entonces el queda solo, sin tener quien cuidarle  si se enferma y hacerle compañía en su viejez, después de tanto trabajo de criar estos hijos y ayudar económicamente a la esposa durante décadas como pasó a mi amigo Sebastian Marin.

Si le Sorprenda la Muerte a  los Marineros Hondureños  con Familia en Honduras

Unas de las primeras organizaciones de afro-latinoamericanos eran organizaciones que arreglaron a enterrar a un trabajador negro, si la muerte le sorprendió mientras trabajaba fuera de su país o su pueblo natal.  Ellos también se preocupaban por la familia del muerto pero si un marinero hondureño o cualquier latinoamericano  que se muera en los EE. UU. aun que sea ciudano y tiene 29 años de trabajar en barcos de los EE. UU. como el caso del esposo garífuna de Rosalina García de Trujillo, la familia y sus hijos menores de edad no reciben nada de Social Security, si la esposa y los niños no han vivido con el en los EE. UU. por lo menos 10 años, legalmente casados.

 El esposo marinero de Rosalina Garcia quien dejó 4 niños en Honduras cuando el se murió solo en un cuarto en Houston, Texas, de repente después de vivir y trabajar legalmente de marinero durante 29 años en los EE. UU. Su hija menor tenía 4 años.  Según las cartas, los panfletos y el sitio de Internet de Social Security, ellos no recibieron nada de Social Security por qué no hay un tratado sobre Social Security con los países de  América Latina sobre el caso si se muere un ciudano de estos países en los EE. UU. después de trabajar allí legalmente, pero dejando la familia en su país de origen.

 Pero lo sospechoso es que si hay tratados sobre Social Security con la mayoría de los países de Europa occidental, pero ninguno con países de América Latina, Asia, del Caribe, o África de donde también vienen la mayoría  de marineros. 

Este problema que la esposa no recibe nada de Social Security si muere su esposo ciudano norteamericano, pero la pareja siempre han vivido en América Latina, como ocurre en muchos casos cuando se casan norteamericanos jubilados con mujeres latinas en América latina como en la Costa Norte de Honduras.  A las esposas latinas de estos gringos jubilados a veces han pasado a uno pobreza tremenda después que se le muere el esposo de repente.

Problemas de los Familiares para Arreglar los Asuntos personales de Marineros Muertos

El gobierno norteamericano también muchas veces niega la visa a la familia de los marineros garífunas muertos en los EE. UU., para que puedan venir a arreglar lo que dejó de herencia a las esposas e hijas en Honduras o para que vayan a hacer los transmites para trasladar el cuerpo del marinero muerto de los EE. UU. a Honduras. Los garífunas creen que los muertos quieren ser enterrado en sus aldeas nativas y si sus hijos o esposas no cumplen con este deseo pueden venir a molestar a su descendencia con enfermedades y mal suerte el espíritu de finado marinero y hasta puede aparecer en la playa de su pueblo natal el ataúd del difunto quien murió fuera de su lugar.  

El gobierno de los EE. UU. también cancelan los tramites de visas de emigrante a la esposa y los hijos de los marinos sorprendidos por la muerte antes que concluye el tramite como el caso de Rosalina García.  La negación de visa para arreglar los asuntos personales de marineros muertos ha pasado con Garífunas de alta categoría social y económica y política como Rosalina García y Loyola de Sabio.

Lic. Loyola de Sabio es una Garífuna originaria de Santa Fe, Colon, Honduras y maestra de la Escuela Normal de Tegucigalpa con título universitario. Su  esposo Ambrosio Sabio es titulado de maestro de primaria y de abogado, ha sido presidente del Sindicato de los maestros de primaria COLPROSUMAH, secretario de la Dirección Departamental de Educación de Colon, director de Educación Bilingüe Intercultural de Educación Bilingüe Intercultural al nivel nacional en dos ocasiones, candidato de diputado al Congreso nacional para el Departmento de Colon por parte del Partido Liberal, y ha sido Director de Educación Primaria  al nivel nacional. Cuando se murió el papa de Loyola de Sabio quien era marinero con la United Fruit todo su vida, la Embajada Americana le negó la visa para arreglar los asuntos personales de su papa y ella nunca logró ver el testamento que el dejó o saber si el la dejó algo.

  Rosalina García también es enfermera titulada y es la encargada del Centro de Salud del gobierno de Honduras en Puerto Castilla por muchos años. Son dueñas de casas con solares, tenían trabajos fijos con salarios del gobierno de Honduras, tienen cuentas bancarias, tienen hijos en Honduras,  los requisitos comunes para visas de turista para ir a los EE. UU. entonces si parece ser que fueron  casos de discriminación en contra de las esposas e hijas de marineros negros hondureños que murieron en los EE. UU. que les han negado visas para atender a los arreglos para el muerto y para arreglar lo que el difunto dejó de herencia para su familia en Honduras.

Este problema que la muerte sorprenda a un marinero mientras el está en los EE. UU. a veces da problemas serias entre los herederos quienes no cuentan con una copia del testimonio de su finado padre u otro pariente. Al escuchar que se murió su padre el marinero de la United Fruit en los EE. UU., Herman Álvarez regresó a su pueblo natal San Juan Tela, y tomó posesión de la casa de madera de su padre como el hijo mayor. Unos años después su hermano menor también marinero le vino a disputar la casa, hasta llegando a correr con machetes los dos peleando a machetazos para saber quien iba a quedar la casa, por no tener un documento legal de su padre. Por el momento logró quedarse Herman Álvarez en la casa, pero en otra ocassión que el no estaba en el pueblo por estar bailando en Tegucigalpa con el Balet Nacional Folklórico Garífuna, su hermano el marinero vino y le tumbó la casa, para que el no pudo vivir allá. Entonces a tener más de 60 años, Herman regresó de Tegucigalpa al  encontrarse sin tener casa propia a esta edad. Es importante ser capaz de arreglar los asuntos de un pariente difunto, aun si muera en los EE. UU. como ocurren a muchos marineros afro-hondureños.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario