viernes, 10 de julio de 2015

Yaya la curandera, partera, buyei o chaman Garifuna Parte I


Capítulo Uno -Yaya se crió en Cristales, Trujillo, Colón Honduras
 
De Wendy Griffin 10/07/2015

 

Yaya nació el 29 de Diciembre de 1919.  Su nombre completa es Tomasa Clara García Chimilio. Su mamá era Margarita Chimilio.   Su papa se llamaba Loreto García.  Ellos eran 4 hermanos—Sabas quien murió chiquito, Zoyla, Clara y su hermana menor Goya.

 

Ellos vivían en una casa embarrada con techo de manaca y piso de tierra. Una casa embarrada garífuna tiene 4 horcones de madera de mangle y las vigas son de mangle también. Para los estacones (palos verticales), utilizan los troncos de la palmera tique y entre estos se amarran caña brava con un bejuco que le dice “mibi”.   Su casa fue construida en el solar que cortó y limpió su papa, el mismo solar donde ella vive ahora en Barrio Cristales, Trujillo, Honduras, una cuadra arriba de la carretera por la playa.

 

La casa no tenía llave de agua originalmente.  Ellos bañaron en el Río Cristales.  Ellas lavaban su ropa en Río Cristales.  Había 5 casas con llaves.  Ellas fueron a  estas casas a traer agua. Costaba un peso.  Hicieron sus necesidades fisiológicas en un campo, río arriba.  Después de esto, se construyó una zanja sanitaria en Cristales.  Luego había servicios en las casas. 

 

Ella y sus hermanas dormían en hamacas de azulón. Su mamá puso una sabana arriba como un pabellón o mosquitero.  La casa se iluminaba con lámparas de gas.

 

Su mamá era agricultora. Ella sembraba ñame fina blanca, plátanos, chatas, malanga, guineos, camote (amarillo, blanco y roja, tres clases de camote),  yuca amarga y dulce.  Ella también vendía leña. Ella vendía leña y comida para comprar pescado, carne de monte, o carne de res o de chancho.  Ella criaba gallinas.

 

Su papá iba a Belice en cayuco con 3 velas.  No había motor todavía.  El viaje de Trujillo a Belice ida y vuelta era tres semanas en el mar.  Traía pasajeros y contrabando.  Los Mehlados y el señor Glynn, los dueños extranjeros de las tiendas en Trujillo, le esperaba en la playa a 1 de la mañana. Traía guaro fino, añil, jabón azul y amarillo.  El llevó el producto a un árbol de guapinol por el Río Grande y lo escondió debajo del árbol de donde  sacaba el producto poco a poco.

 

Luego el trabajó en Puerto Castilla para la compañía (la Truxillo Railroad Company/la compañía de ferrocarril de Trujillo, una compañía bananera de la United Fruit). El viajó a Castilla en cayuco, excepto cuando trabajaba dentro del barco.  Entonces la compañía mandó el tren a Trujillo, montaban los trabajadores, y les llevaban a Castilla.  Cuando terminaron, el tren los dejaba, y traían otra tanda de trabajadores.  El empacó los bananos y las cepas en el barco.  Trabajaba en el muelle, como miles de los Garifunas de la Costa Norte de Honduras.

 

Su papá pescaba. Se fue a pescar con chinchorro y trasmayo y con cordel.  Su papá pescaba hasta anciano. Vendía su pescado para comprar carne de res y comían sopa de res. Cuando pescaba, el sacaba agua del mar lejos de la Costa, y la hermana de Yaya, Zoyla lo iba a hervir en un fogón de leña poco a poco, para hacer sal.  El también cortaba el monte, para que la mama de Clara sembrara milpa.

 

De martes a viernes su mamá fue todos los días a la milpa. Se levantaron a las 4 de mañana, por que era largo, en Campamento (aproximadamente 4 km de Trujillo).  Iban a la orilla de la playa hasta Río Grande.  Lunes lavaban ropa.  Domingo fueron a dos misas—misa doctrina en la mañana a las 6 y misa rosario en la noche. 

 

Doña Clara no fue a la escuela.  Primero ella quedaba en casa chineando Goya.  Mas tarde ella acompañaba su mamá a la milpa.  Más grande, ella tenía sus propias dos milpas.  Ella regresó de la milpa con leña para vender.  Ella  fue al centro a vender leña a las indias, como los Garifunas les dicen a los Ladinos, o sea los Mestizos. Ella hablaba Garífuna en su casa, pero hablaba español con los indios.  Ella dijo, “Vendo leña.”

 

Le preguntaron, “¿Que clase de leña?  ¿Candela? ¿Menudo?  ¿Nance seco?”

 

Ella les decía que clase era o  “Yo no sé”. Vendieron la leña barata—Cinco leños por medio, 3 fichas (1 ½ centavo dinero norteamericano).  Ahora son los Ladinos que venden leña y la vende cara—L200 para una carga de leña ($10).

 

Pensando en su niñez, lo que más recuerda era la rica comida que preparaban su mamá y Zoyla.  Por ejemplo, un día su mamá o Zoyla limpiaba los pescados.  Rompieron dos cocos.  Ellos tenían cocal en Barranco (una comunidad 14 km por camino de Cristales, pero más cerca por el mar).  Iba en cayuco o en tren para traerlos.  Sacaban la leche de coco. Cocinaban yuca, ñame. Condimentaron la sopa con pimienta y ajo. (No cebolla. Cebolla corta el coco.) Se servía con dos pedazos de pescado encima.

 

Otra semana quemaba harina de trigo con aceite de coco.  Cocinaba este con agua, cebolla, manteca.  Cortaba un pescado en pedazos.  Hicieron machuca con plátanos verdes y maduros. Para hacer machuca (judutu en garífuna), se cocinan los plátanos.  Se pone en un mortero grande de caoba, que se llama jana en garífuna, y machucarlos con un poquito de agua y sal. Se sirve con sopa, sea de leche de coco o de harina quemada, y pescado y/o mariscos. 

 

En el pasado, los Garifunas de Trujillo recolectaban las nueces de corozo, o sea la palma americana de aceite, para vender a un comerciante Ladino quien los llevó a una fábrica de aceite y jabón cerca de Puerto Cortés. Zoyla, la hermana de Yaya, iba a picar los nueces con una piedra y sacar la almendra, la parte blanca adentro donde está el aceite.  Ella puso las almendras en el mortero garífuna, jana, y las machucaban.  Luego las cocinaban con un poquito de agua y sacaba una manteca deliciosa.   

 

Otra semana se rompe un coco.  Lo cuele.  Lo condimenta con ajo, pimienta y cocina un pescado.  Comemos con casabe o marrote (un pan de la yuca amarga, más grueso que el casabe). Se pone la marrote en la sopa y se ablanda.

 

Su papá vendía pescado para carne de res, patas de chancho, lengua de chancho, cabeza de chancho.  Hicieron sopa de res con yuca, ñame, malanga, camotes, cebolla, y pimienta.

 

Su mamá rallaba camote y coco. Hacía pan de camote y pan de ayote, pan de coco, queque de coco, pan de yuca, tableta de coco, aceite de coco. Si hacía bastante, lo vendía.

 

Doña Clara iba en el cayuco de su papá a la Laguna de Guaymoreto, más de 5 kilómetros por mar. Traía leña, jaiba, caracolitos. Era posible sacar una tina de jaiba.  Ella traía cangrejo.  A la orilla de mar ella cosechaba caracolitos, almejas, caracoles, y los cangrejos.  Hicieron sopa de las almejas y jaibas.  En Barranco, por la Laguna de Guaymoreto, tenía sembrado sandía, melón, yuca, caña de azúcar de dos clases (negra y rayada) y cocos.  Los cocos se vendían baratos 2 o 3 cocos por medio, 3 fichas (1 ½ centavo de dinero norteamericano). Ahora cuesta L8 o L10  (50 centavos de dinero norteamericano) el coco.  Es caro ahora y son escasos por la enfermedad cocotera  Amarillamiento Letal.

 

Había camarones de río. Cuando ella se bañaba o lavaba, la pujaban. Después de bañarse, agarró  camarones un montón. Ya no hay. Los terminaban. Había grandes peces debajo del puente de Cristales.  Los hombres los mataban con arpón. Duba era pescados pintados con un montón de hijos.  Ya no hay.  Aduri eran pescados del río.  Dunbiyu eran jutes (caracoles). Se cocinaban con agua.  Vivimos pobremente pero no faltó la comida. Los indios (los mestizos) agarraban estas comidas y las comieron en sopa.

 

A las 4 se levantaron, a las 4:30 se fueron a la milpa.  Cuando venían del monte almorzaban.  Clara venía del monte a la una de la tarde, sola con Dios.  Luego descansaban en una hamaca ella y su mamá.  A las 3 rompían cocos.  Hacían tortillas de harina, o rais and bins (arroz con frijoles con leche de coco), bimikakuli (arroz con rapadura) o alabondiga de guineos rallados cocidos en leche de coco.  Hacían beili, un bastimento de harina de trigo.  Lo echaron con carne.  Hacían pikuitrin.  Machucaban yuca dulce cocido.  Se rallaba un coco.  Agregaba canela y nuez moscada, azúcar, rapadura.  Hicieron un atol con yuca dulce o un atol de guineo maduro.  Comían pescado salado—lo azaban.  Comían dumplins de guineo rallado con frijoles

 

Hacían gefetu—mezclaron huevos, azúcar, y harina y lo horneaba.  También hacían pulali—harina, nuez moscada, la crema de coco, con rapadura y vainilla.  Para tomar hacían bachati—té de zacate limón (tii en garífuna) con leche de coco.

 

Eran más baratas las provisiones antes.  Con L5-L10 compraba provisión en el centro.  Un daime (20 centavos dinero hondureño, 10 centavos dinero americano) una libra de harina, un daime una bolsa de sal, Daime la libra de arroz, un bufalo (10 centavos dinero hondureño, 5 centavos dinero norteamericano) una rapadura, dos fichas (1 centavo dinero norteamericano) se compraba el jabón.  Quince centavos la libra de yuca.  Con un medio (6 ½ centavos dinero hondureño)  se compraba bastante.  Antes un gallo para un dugu costaba L5. Ahora L50 o más.

 

Por la presencia de las compañías bananeras nortemaericanas como la United Fruit en Trujillo hasta  1942, los hondureños  de la Costa Norte se acostumbraban hablar de monedas norteamericanas y hondureñas con los mismos términos.  Un daime viene de inglés “dime” (una moneda de 10 centavos de dólar) y un búfalo viene de la monedad norteamericana de 5 centavos que antes tenía un dibujo de un búfalo.

 

Costaba 3 búfalos la libra de carne.  Antes se vendía la carne de la vaca barata.  Los gringos antes tenían una matanza de vaca donde está ahora la pista de aterrizaje.  Regalaban el mondongo con que se hace sopa de mondongo.  Usted iba con su gente y agarrarla.  También cuando cargaban el barco, les sobraban guineos. Ellos dejaban guineos botados en la playa en Barrio Jérico.  Los Garifunas iban a recogerlos.

 

Cuando era niña, Yaya jugaba suiza con un mecate, pelota, trompo, y mables.  En la noche nadie salió en la calle.  Pitaron a las 9.  Los soldados eran en la calle.  Era sano Trujillo.  Era limpio.  Andaba de noche y de día sin problemas.  No le robaron de su milpa—le pedían. Ahora les roban. “Yaya, dénos bastimento,” decían las indias (las mujeres Ladinas).  Ella les regalaba comida.  Ella vino de partear a todas horas de la noche, a las 10, a la una. No tenía problemas.  Ahora fuman drogas, amanecen en la calle.  No duermen.

 

Era necesario decir a los niños que no coman en casas ajenas.  Ellos preparaban veneno.  Lo dieron a los niños.  Cuando usted se fue a su milpa en la mañana, estaban buenos sus hijos. Al regreso se le murió uno.

 

A ella le gustó la Navidad cuando era pequeña.  Ella pastoreaba. (Se vistió como una pastora y se fue de casa en casa bailando y cantando pastorelas, un tipo de canción navideña en español). Ella miraba las danzas de Fedu de noche (Las clubes de danzas bailan Fedu, que significa celebración, Noche Buena y Fin del Año en sus salones de baile, solamente las mujeres, acompañadas con instrumentos Garifunas como tambor, claves, pito de caracol, caparazón de tortuga, y maracas) o cuando bailaban parranda de casa en casa el primero de Enero.  Salió el Indio Bárbaro  en la Navidad. Este es un juego con un hombre con una máscara completamente fea y pintado su cuerpo con achiote y aceite y barro. Corre atrás de los niños.  La gente dejaba de hablar del susto del Indio Bárbaro. Cerraban sus puertas.  Era algo nuevo. La gente decía que era el Diablo en Cristales.

 

 Bailaban pijamanadi. Un hombre se vestía con buen vestido.  Ponía dos naranjas agrias como chiches y bailaba así.  Ya no se baila pijamanadi en Cristales.

 

La Semana Santa se celebraba solemnemente.  El viernes santo todo el mundo fue a Parque Central y participaron en la procesión del Santo Entierro.  El sábado de gloria bailaban gunchey, una danza tradicional garífuna  que se bailaban en parejas en círculos con instrumentos Garifunas, principalmente el tambor, parecido al “quadrille” de los europeos. Ahora los Garifunas de Trujillo bailan a música de recuerdo en español como cha-cha-cha, tango, y boleros para el sábado de gloria (el sábado antes del Domingo de la Resurrección). 

 

 

 

Capítulo Dos:  Yaya como Partera y Sobadora

 

 Cuando ella tenía aproximadamente 15 años, ella soñó con dos personas—una doctora gringa y la otra persona una negrita.  La doctora gringa le explicó en inglés como partear.  Clara le dijo, “No entiendo gringo todavía.” La morena tradujo lo que decía la doctora. (Antes en Honduras, los Ladinos no les decían “Garifunas”, sino morenos y morenas.)  Desde aquella noche ella es partera.  Le enseñaron a partear en sueño.  A los 91 años la gente todavía le buscaba para ser partera.

 

Ella todavía recuerda la primera vez que ella parteó.  Alguien le dijo, está enferma su prima. Ella la fue a ver.  El marido de la prima había salido a Río Negro, otro barrio garífuna de Trujillo, para traer la partera.  Clara examinó la paciente.  Ella sangraba.  Le rompió la fuente.  Vino la placenta junto con el bebé.  Con hilo arregló el ombligo.  Limpió el bebé y le puso ropita.  Luego llegaron el esposo con la partera, una negra de habla inglesa.  Clara le dijo lo que tenía que hacer es pagar la señora la caminata.  Así hizo.

 

Ella ha trabajado con partos feos y difíciles.  Por ejemplo una vez una señora que estaba preñada dijo que sintió algo por la parte.  Era la manito del bebé.  Clara le fumó la cara.  Clara pudo sacar el bebé y vivió la mamá.  Clara puso aceite en sus manos y puso aceite en el bebé.  Le dijo a la mamá, “Empuje”.

 

Otra vez una mujer estaba con los dolores del parto.  Clara sintió el pie del bebé.  Ella lo pescoceó duro y el bebé jaló el pie por adentro otra vez.  Clara pudo masajear la mama para que el bebé fuera en una posición mejor.  Se vino sin problemas.  La mamá le preguntó, “ Por que no me dijo que venía el bebé pie primero?”  Ella dijo “No quería usted se preocupara.  Dios le ayuda.”  Antes no había pañales, que Yaya los dicen daipa de la palabra en inglés diaper. Se rompió un vestido de la mamá y así se vistió el bebé.

 

Ella no ha fracasado en el parto.  Todos los bebés vivían.  Pero había una mujer preñada.  Ella estaba con los dolores del parto.  El bebé iba adentro y afuera.  Clara le dio ruda a masticar y bastante agua.  Venía el bebé, un varón.  Pero no salió la placenta.

 

Le dio la hierba San Antonio.  La señora decía, “Voy a morir.”  Clara les dijo, “Tiene una hamaca?  Ponla en una hamaca y llévala al dispensario del doctor.” No había hospital.  Se fue la Compañía (la Truxillo Railroad Company) que tenía un hospital en Castilla.  Le llevaron al dispensario.  El doctor cambió guantes 7 veces tratando de sacar la placenta.  Ella murió en el dispensario.

 

Esta muerte ya la había soñada en la casa.  El papá le dijo, “No le culpo por que usted sabe su trabajo. Llevó la mujer al dispensario a tiempo.”  Ella no le cobró.

 

La mujer que murió había agarrado el pisto de un señor Griffis de Guanaja, ella y su esposo.  Ellos compraron harina e hicieron pan de coco bastante.  El pagó a alguien de hacerle mal para que les matara a ella y su esposo.  El hijo todavía vive.  Vino otro parto cuando tendían la primera señora para el velorio.  Estaba con dolores del parto otra muchacha.  Yaya la fue a ver.  Decían, “Yaya tenía valor,” por que ella fue a partear cuando esta mujer acaba de morir. Este parto le fue bien.

 

Yaya sabe técnicas para hacer salir la placenta.  Sino no viene la placenta, ella pone la mano duro encima de la cabeza.  Se cae.  También le da una botella y le dice, “Sople.” O ella respire fuerte dentro de la boca.

 

La persona mas famosa que ella ha parteado es el actual presidente de la República de Honduras Porfirio (Pepe) Lobo.  Cuando el iba a nacer, sus padres vivían en un barrio garífuna de Trujillo, Río Negro, donde ellos criaban cerdos.  Dos veces la semana destazaban un cerdo y  vendían la carne.  Yaya estaba con la mama del Presidente durante la primera parte del parto, pero luego llegó la prima de Yaya, quien también era partera, y la prima terminó de partear al niño. Hasta hoy, el Presidente de Honduras dice, “Una negrita me cortó el ombligo.”

 

El cuidado de la mujer preñada comienza meses antes del parto.  Clara sabe sobar mujeres preñadas y enseñó este a su hija Mantua.  Las mujeres embarazadas vienen para que ella les chequee.  A veces ella les dice, “Usted no está embarazada. Lo que tiene es tumor.  Váyase al hospital”.  Se puede tratar el tumor si es chiquito.  Se toman 3 gotas de criolina en agua todos los días.  No pase de 3 gotas.  Sale el tumor cuando viene la menstruación.

 

Clara puede identificar si el bebé es varón o hembra.  Al tocar la mamá el bebé se mueve. Flota hacia atrás si es mujer.  El varón no se mueve.  El varón buscar debajo de la costilla, la hembra no.

 

Hay mujeres quienes no podían tener hijos.  Su esposo estaba a punto de dejarla por que no pude tener hijos.  Aquí está el remedio.

 

Compre miel de abeja, guaro (aguardiente de caña de azúcar), pericón, anís, manzanilla y pimienta gorda.  Una parte de los vegetales se cocina bien en una olla.  La otra parte no se cocina.  Cortar la parte que está cruda.  Se pone junto con la parte que está cocida en un tambo de plástico.  Agregue la miel y el guaro.  Se toma todos los días.

 

Ella dio esta receta a una mujer.  Al final de un año, ella regresó y dijo, “Aquí está su nieta.”

 

Después de parir, la mujer está sangrando.  Ella debe lavarse con hoja de limón, hoja de naranja agria y agua caliente.  Si no lo hace cuando está sangrando, le da tumor.

 

Cuando se construyó el hospital de Trujillo, invitaron a las parteras al cursillo.  Ella fue al cursillo y explicó a los doctores lo que ella hacía para un parto exitoso.  Ella chequeaba las preñadas en el hospital.

 

Aún después de la construcción del hospital, las mujeres todavía buscaban a Clara para partear.  Una mujer fue al hospital. Ella estaba con los dolores durante 3 días.  En el hospital le dijeron, iba a ser un parto difícil.  Ella debe ir al hospital de La Ceiba.  Se fueron a La Ceiba, los doctores y las enfermeras.  No le llevaron.  Ella no fue.  Ella buscó  a Clara. Ella le parteó sin problemas. Era un parto feo con el pie primero.  Ella llamó a Dios. Este es su trabajo. El le ayudó.

 

Cuando Clara fue a vivir en la Ceiba, esta mujer le siguió. Clara le dijo, “Aquí hay dos hospitales.  Puede ir al hospital.”  La mujer contestó, “Ni si quiera Dios. Yo vengo donde usted.” Estaba con ella tres días.  Se fajó y se fue para Trujillo.  Yaya le hizo tres partos, dos mujeres y un niño. 

 

Ella sembró San Antonio.  Se arranca con toda la raíz.  Se saca la placenta.  Yaya le dice que se purga antes de parir con Laxsol.  Es dulce.  Tomar la mitad, no todo.  Ella saca el bebé mejor sin guantes.  Ella se corta las uñas.  Ella tiene un cepillo especial para limpiar las uñas.

 

Una vez cuando Yaya vivía en La Ceiba, alguien le preguntó si ella conoció una mujer cerca de aquí que se llamaba Clara.  Yaya dijo que no.  “¿No la conoce?”, le preguntó otra vez.  “Soy recién llegada a La Ceiba,“ dijo Yaya.  Luego dijo, “Yo soy”.  La señora estaba preñada y quería que Yaya le parteara. Ella quedó con Yaya y Yaya le ayudó tener el bebé.  Era una mujer negra de habla inglesa de Guanaja quien vivía en La Ceiba. El día siguiente la inglesa le dijo, “Voy a salir. Ya regreso.”  Ella se fue, pero a las 10 a las 11,  no regresó.  Dejó la niña con Yaya.  Otra persona escuchó que una mujer dejó una niña donde Yaya, vino y dijo, “Regálame la niña.”  Le dijo que “No.” Ella iba a criar la niña, pero después largo tiempo regresó la mamá. El esposo le había perdonado.  Ella tenía el bebé con otro hombre mientras  el esposo estaba en Nueva York o Boston.  Ella vino a recoger la niña.  Yaya dijo, “Yo le doy la niña por que es tuya.”

 

Clara ha parteado gemelos. A veces vienen con una sola placenta o veces con dos. Una mujer que tenía gemelos, vino uno.  Después se pararon los dolores por unas horas.  Yaya arregló el primer bebé.  Luego comenzaron los dolores otra vez y tuvo el otro bebé.

 

Hay que tener cuidado con chachos, como ella le dice a los gemelos.  Si uno se muere, es fácil que muera el otro.  El primero le llama.

 

A veces el bebé toma agua sucia de la fuente.  Ella le da ajo bien cocido, ruda, y miel en la boca para que vomite toda el agua sucia.  Este bebé no va a tener asma ni bronquitis. Tiene gripe por que tragó agua sucia. Ninguno de los niños que ella parteó tiene asma.

 

Si el bebé nace con manto, ella la corta con tijeras y seca al bebé.  Es un misterio.  El bebé adentro de la mamá no se ahoga, pero si lo deja 5 minutos en el manto, se ahoga.

 

Una vez vino una gente del hospital.  “Desde ayer mi hija está con dolores.  No ha salido el bebé.  Le mandaron la muchacha a su casa.”  Yaya la sobó.  Vino dolor.  Otra vez. Sangró un poquito. Vino un dolor, uno tras otro. Yaya tocó el bebé.  Estaba cerca.  “Empuje, empuje,” dijo Yaya.  Gritó la niña.  “Ya tuvo mi muchacha,” dijo la abuela.  Era niña.  La limpió. Arregló el ombligo.  Puso mentolato.  Yaya dio a la muchacha rapadura para botar todo el coagulo.  Estaba alegre la familia que tuvo la muchacha.  Estaba con Yaya dos días.  Antes cobraba barato.  Ahora cobra L500 ($25) el  parto.

 

Una vez cuando el doctor Pablito, un doctor garífuna del hospital de Trujillo, era recién llegado,  Yaya hizo un parto de culo.  Ella dice, “Dios me ayudó.”  Llevaron los doctores y las enfermeras y se fueron a La Ceiba.  Yaya sobó a la mujer.  Salieron los pies.  Ella sintió la cabeza.  Puso aceite de almendra.  Ella le dijo, “Empuje”.  El doctor Pablo le dijo, “Tía, usted tiene valor.” “Está bien.  Si no tengo valor, voy a fracasar.  Lo limpié. Lo sobé.  Puse fajuelo al bebé, el vestidito.  Vino la placenta junto con el bebé,” dijo Yaya. Yaya entierra la placenta en un lugar secreto.

 

A veces Yaya recomienda que la mujer tenga el bebé en el hospital. Había una vez ella estaba trabajando como buyei (un chaman garífuna) en una ceremonia, un banquete para los antepasados de todo un día, que se llama  chugu.  Le llamó que la muchacha ya estaba con los dolores.  Ella tenía gemelos.  Yaya fue con ella al hospital.  Ella era estrecha.  De allí le llevaron a La Ceiba.  Iba con los dolores.  A las 6 de la mañana le operaron. Una semana ella estaba en el hospital.  Yaya vino de regreso con ella.  Yaya le dijo, para que tenga hijos, sería necesario que le operara, por que era muy estrecha. Era cierto.  Cuando salió embarazada otra vez,  era necesario sacar el bebé por cesaria la segunda vez también.  

 

Aquí hay consejos de Yaya para una mujer embarazada.

 

Al principio, en los primeros tres meses no se debe sobar.  El feto es muy delicado.  Cuando la mujer está embarazada, ella debe comer bien, tomar bastante leche, blanquillos cocidos (huevos), osmil (avena).  Hay casos en que la mujer da a luz y el bebé vive pero la mamá muere.  La mamá tenía anemia.  Ella les dice, “Váyase al doctor” cuando están embarazadas.  Deben tomar vitaminas para evitar la anemia.  También se puede tomar caña santa con rapadura para la anemia. Se pela y se machuca la caña santa y se deja en agua con rapadura 3 días y se toma el fresco de la caña santa con rapadura todos los días. 

 

Hay mujeres embarazadas que toda tipo de comida les molesta.  Cuando una mujer embarazada tiene mucha vasca puede tomar una limonada, azúcar, con hielo.  Con este, la vasca y la escupidera se quitan.

 

Hay mujeres embarazadas que le duele aún embarazada. Lo que tiene es frío en el vientre. Se cocina manzanilla, pimienta gorda, y anís. Se toma.  Así se van el frío y el dolor.  Es que ellas se bañan todos los días de la menstruación.

 

Un varón a los 42 días ya va sentirlo como una culebrita.  El se sube el estomago de la mamá. Las hembras no se sienten todavía.

 

A las 3, 4, 5 meses ya se puede sobar.  A los 5 meses el bebé da vuelta.

 

Durante los primeros 6 meses no debe tomar té de canela.  Puede provocar un aborto.

 

A los 7 meses ya tiene la cabeza por abajo. La hembra hasta los 7 meses se mueve y se siente.  Se debe dormir por los dos lados.  El bebé da dolor si solamente duerme por un lado.

 

El mes cuando va a parir, hervir canela bastante, orégano, jengibre. Se lava y se machuca.  Se toma todos los días el mes cuando va a parir.  Puede salir el hijo ligerito.

 

La semana que va a parir, se va chequeando el niño, si está bien.  Uno sabe si hay que hacer cesárea  o si el niño sale el pie primero.

 

Cuando ya va a salir el niño, le pone aceite de almendra a la mujer para baje fácilmente el bebé. La partera dice oraciones a Dios mientras la mujer tiene dolores.

 

Cuando el niño ya nace, se amarra el ombligo.  Cortar el ombligo.  Poner gaza, alcohol, faja.  Si la cabeza salió un poco desfigurada, se hace masaje.  Se corta un calcetín media y se pone para que quede bien.  Se unta con miel de abeja.  A los 3 días ya está bien.  Limpia el niño con aceite o con alcohol.  Se pone daipa (pañal), la ropita, y se pone a dormir.

 

Para un parto que es difícil bajar la placenta, se hace un té de la hoja de San Antonio.  Se deja enfriar.  Echar azúcar y bota la placenta.

 

Se lava el vientre la hoja de San Antonio, y ayuda después de parir. Ella pone aceite de almendra a la mama.  Otras personas usan manzanilla, pimienta gorda, y clavos de olor para lavar el vientre de mujeres recién paridas y para lavar el ombligo del niño.  Cuando ya se dio luz, hay que cerrar la mujer a los tres días.  La partera hace masaje y poner un fajón a la mama. Ella les cocina manzanilla, romero, anís, pimienta gorda para que se limpien el vientre.  Esto se toma.

 

Para dolor después del parto, se le da rapadura a la mama para masticarla y se bota todo lo que cause el dolor.  Para hemorragias después del parto ella hace café bien fuerte.  Después del parto le da una pastilla antibiótica para evitar la infección como sufatacina.

 

Si se rajó la mama mientras ella dio a luz, fue el mismo bebé que la rajó. Se hierven las hojas de pion (piñon o yupur) y la leche de esta planta.  Se lava la mujer.  A los 3 días está bien como si fue costurada.  También se lava con aceite de castor, que es derivado de la misma planta de origen africano, pion. En Garífuna esta planta se llama Mesín.

 

Cuando está sangrando la mujer, debe evitar aire caliente por abajo.  Una mujer recién parida debe evitar aire caliente por arriba y por abajo por los pies. Por ejemplo, no puede hacer casabe con leña en el suelo y un comal de hierro arriba de este, por que le entre mucho aire caliente por debajo. 

 

Cuando ya es hora de dar pecho al niño, lavar los pechos con agua, no con jabón.  La mamá debe probar la leche.  Cuando la leche es salada, no sirve.  Culantro de castilla se hierve con naranja agria.  Se toma.  La leche se va lavando y sale dulce.  También se toma esta medicina si no le sale la leche.

 

Al niño tierno también se le hace masaje.  A los 3 días el niño ya está dando vuelta.

 

Hay ombligos que no se caen a los 9 días, 10 días.  Es grueso.  Hasta 15 días.  Se cae seco.  Se pone el alcohol al ombligo.  Antes no había alcohol.  Antes Yaya puso Mentolato o yodo para curar el ombligo

 

Enfermedades que Necesitan Una Curandera o Sobadora.

 

En su sueño también aprendió como sobar para curar enfermedades comunes de niños tiernos.  Para estas la gente no va al doctor, por que los doctores desconocen estas enfermedades.

 

Pujo- Si el papá hace un trabajo pesado, si el papá está afuera con otra mujer, el ombligo vuelva a sangrar.  Si una mujer embarazada pasa por donde el niño, puede enfermarse.  Para evitar eso, la mujer embarazada debe hacerle la señal de la cruz con su saliva al niño.  Si ya está enfermo, se pone un trapo sudado del papá sobre el ombligo.  Guarumo o tabaco se caliente y se pone en el ombligo.

 

Empacho-Las síntomas de empacho son que el bebé carga bastante.  No mama.  La lengua hace un sonido. Su barriguita se infla y suena como un tambor cuando la toca. Solo tiene que sobarlo por todos lados por abajo y los bracitos.  Si tiene cargadera, le da sufatacina. Si tiene mucle verde, lo quita. Meta un puño de sal y azúcar, más dulce que salado en agua.  Esto se toma.  Pasar la sal sobre el estómago también.

 

Si la mamá come aguacate, patas de chancho, repollo, este da diarrea al bebé con mucle. Sin un bebé tiene diarrea con mucle verde, le soba y le da el antibiótico sufatacina. Hay mamas jóvenes descuidadas, que dan comidas pesadas como machuca (plátano verde y maduro cocido y machucado) a bebés muy tiernos como 15 días o 2 meses. Les da empacho.  Ella los soba y los cura.

 

Hundida de la mollera—Ella toca el bebé en la cabeza por la mollera.  Ella siente que está hundida. Ella soba al niño con cuidado.  Pone agua.  La curandera pone su boca sobre la mollera y la jala.  Se pone el bebé boca abajo.  Se toca los piecitos. Si es fuerte se mezcla harina con yema de blanquillo (huevo).  Se pone en un plato.  Se pone un trapo o un papel redondo con esto y le pone sobre la mollera.  No se cae, ni se le baña todos los días.

 

Niño con Mala Vista- Esto es causado por la vista de una persona que es fuerte y le llega mal al niño.  No puede ensuciar y no puede orinar.  Quemar un chile chiltepe, un puro de tabaco, con braza de fuego para que se eche humo.  Pasa al niño por el humo en forma de una cruz.  Déle vuelta al niño.  Pase al niño en forma de cruz en el humo otra vez.  Vuelve de hacerlo.  Frote su cuerpo con tabaco mojado.

 

Paletillas-Hay un hueso al final de las costillas en frente que se hunde.  Hay que sobarlo.  La hale.  La paletilla duele.  Había un niño que fue al hospital.  No le encontró nada.  Yaya descubrió que era paletilla.  Le sobó, jaló la paletilla, y le dio manzanilla,  pimienta gorda, nuez moscada, pericón, en té con agua que se toma todos los días.  El se curó

 

Empacho y paletillas también afectan adultos.  Clara también da tratamiento de masajes y plantas medicinales a ellos.  Muchos pacientes con SIDA tienen una tos y se sienten mal.  Varios proyectos de ONG’s Garifunas como Enlace de Mujeres Negras han dado capacitación a los buyeis sobre como identificar los síntomas de SIDA, por que la gente con SIDA muchas veces van a un buyei antes de un doctor médico, pensando que tienen paletillas o problemas de gubida.

 

Los Ladinos y los Pech también creen en estas enfermedades que se tratan con una sobada y otras parecidas que se llaman haito de agua y haito de leche que Yaya también sabe curar. Muchos de los pacientes  de Yaya como sobadora, curandera, y partera son Ladinos que ella les dice Indios o sea los mestizos y mulatos de habla castellano.

 

Los adultos también padecen de enfermedades que necesitan ser sobados. “Aire”, safaduras, parálisis, recuperándose de caídas, golpe, y huesos fracturados, son unas de las enfermedades para las cuales la gente buscan una sobadora o un sobador.  “Aire” no es gas en el estomago, sino un dolor que le pega en diferentes partes del cuerpo, por ejemplo, en la espalda.

 

En Cristales, antes vivía un hombre quien trabajaba para la Standard Fruit (ahora Dole), la compañía bananera con sede en La Ceiba, Honduras.  El fue paralizado. Standard Fruit pagó para que el estaba en tratamiento médico con doctores durante 3 años.  No se mejoró.  Yaya le hizo masajes durante un año.  Al final del año, el ya pudo caminar otra vez.

 

Yaya se golpeó en una caída como hace 3 años.  Los doctores en La Ceiba pusieron su mano en yeso, aun que ella les dijo que no estaba fracturada, solamente era una safadura. Ella se queja mucho que es casi imposible encontrar una buena sobadora para que le compusiera su mano.

 

Finalmente un “nieto” (nieto de una prima) regresó de Colombia y las Islas de la Bahía.  El aprendió a sobar en sueños, los espíritus le  enseñó a sobar.  El también conoce unas plantas medicinales.  El le trató durante unas semanas y ella sintió mejor.  Pero luego el obtuvo un trabajo asalariado a tiempo completo en Trujillo y dejó de sobar la gente. 

 

Un ejemplo de una visita a Doña Clara

 

Una vez cuando fui a visitar a Doña Clara, ella estaba curando un bebé de 15 días.  El bebé tenía “pujo”. No mamaba.  Lloraba.  Hizo “pujo”, como si quería defecar y no pudo.  Ella sobó el niño con guaro y tabaco de un puro.  Ella dio a la mama hojas secas de chile chiltepe.  Le aconsejaba de quemar el resto del puro con las hojas de chile chiltepe con braza de fuego en una olla que ya no sirvía. Debe pasar el bebé en forma de cruz boca arriba y boca abajo, si acaso era causado por una persona con mala vista.

 

El bebé también tenía los ojos amarillos.  Ella dio a la mama pedazos de caña santa.  Le dijo de pelarlo y la parte en medio mezclarla con rapadura y agua.  Déjelo dos días.  Dé esta medicina al bebé hasta que ya no tiene ojos amarillos.  Este es la receta para hepatitis y  problemas del hígado además de curar anemia.

 

Doña Clara era tan ciega que no pudo ver al bebé o su ropa, pero después de media hora y la sobada, el bebé mamaba y dormía y ya no tenía “pujo”.

 

Doña Clara dijo si el ombligo se sangrara, agarra una hoja de guarumo, se soasa, y se pone por el ombligo.  La mamá estaba curando el ombligo con manteca de gallina y yodo.  Doña Clara dijo que el yodo quema.

 

Doña Clara también aconsejaba a la mamá del bebé de envolver el niño en la camisa sudada del papá cuando el viene de chapear (cortar las malezas con un machete). Tal vez el niño se enfermó por que su papá estaba haciendo mucha fuerza.  Ella contó la historia de otro bebé que se enfermó por que su papá se fue al monte a arrancar yuca.

 

Los niños son delicados, dice Doña Clara.  Hay que llevarles a tiempo.  Había una mamá.  Su bebé sangraba por el ombligo.  Este era en la mañana.  No le llevó a donde Doña Clara hasta en la tarde.  Se murió el niño.

 

Una vez se enfermó una niña.  Tenía 9 años.  La mamá dijo. “Mañana, le llevamos donde Yaya.”.  Mañana y mañana y pasaron varios días y no llevaban la niña donde Yaya.  Finalmente llevaron la niña, pero Yaya estaba con otro paciente.  Tenían que esperar.  “Ya nos vamos,” decían.

 

Yaya terminó con la primera paciente y se sentó en la sala para chequear la niña.  La chequeó y les dijo a sus padres.  “Llévela para su casa y tenderla.  La niña está muerta.” Se murió allí en la sala de Doña Clara, por el descuido de los padres que no le llevaron a tiempo.

 

 

 

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