viernes, 10 de julio de 2015

Yaya como Victima de hechicería y es Curandera Parte II


Capítulo Tres- Doña Clara como Victima de Hechicería y como Curandera

 

Yaya vivía en la casa de sus padres en Cristales, Trujillo.  Por un tiempo se fue a trabajar en Olanchito.  Se fue allí en tren.  A pesar del hecho que era un tren de una compañía gringa, se sentaban juntos los indios (como los Garifunas dicen a los mestizos) y los negros.  Yaya dijo, si una india le miró montar en el tren, ella le decía, “Vengase señora. Aquí hay asiento.”

 

Cuando regresó de Olanchito, vivía con sus padres otra vez.  Ella comenzó a criar su familia.  Ella tuvo 5 hijos con el Señor Simeón Marín—Rudy, Tomás, Hipólito (Polo), Mantua, y Juana Julia.  Ella crió sola sus hijos.  No le ayudó el papá de los niños.

 

Luego ella hizo su propia casa cerca del cementerio con un patio grande.  Era una casa embarrada con techo de manaca.  Ella sembraba sus dos milpas y parteaba.  No tuvo problemas con nadie.  No tenía enemigos.

 

Ella no cerró con llave su casa.  Dejó abierta la ventana.  Trujillo era sano.  En su casa había una cama para ella y hamacas para sus hijos.  Ella les ponía sabana a las hamacas para protegerles de los zancudos y ella dormía con pabellón. Antes no había zancudos en Trujillo, solamente en Castilla y en Barranco.  Pero los zancudos viajaban en el tren y ahora hay zancudos en Cristales.

 

No toda la gente es buena.  Ella llegó a su casa.  Ella miró un sucio sobre su cama. Pero ella pensó que era sucio de la manaca.  No pudo dormir en su cama.  Ella se sentó en dos sillas.  Sus hijos estaban durmiendo.

 

Entre dormida y despierta, ella escuchó una voz.  “Usted no puede vivir en esta casa por que larga vida no tendrás.”

 

Cayeron tres personas de la viga, una atrás otra.  Eran Melchor, Yolanda y Josefa.  Este día se aclararon.  Estos eran los espíritus que le cuidaban y que le ayuda como buyei.  “Larga vida no tendré? ¿Por qué?

 

Dijeron si vive en esta casa larga vida no tendrá.  La gente va a decir que tiene tuberculosis.

 

Ella en la mañana contó a su Mamá este sueño. Ella fue a vivir donde su Mamá otra vez.  Con un espiritista ella descubrió que fueron a tirar tierra de muerto en su cama.

 

Todos los días salió en la calle a partear,  hacer bien a la gente.  Ellos le hicieron mal por envidia.  Ella el día siguiente comenzó a sentirse mal, pero siempre iba y venía.

 

Cuando ella caminaba a su milpa, ella escuchó una voz, “Clara”.  Ella dijo, “Coma mierda. Yo vivo con Dios. No me hable. Sea mudo y sordo si usted es un espíritu maligno.”  Ella llegó a su milpa.  Ella hizo un fuego para hacer humo.  Ella cosechó ñames blancos y ñam pan. A la una, ella vino con su comida.  Era un espíritu maligno que le conoció el nombre y quería matarle.

 

Otro día, ella sintió que un hombre se cayó de un árbol. Ella dijo, “Yo soy diablo igual a vos.”  Mas tarde ella se dio cuenta que era su primo quien estaba chequeando para ver si ella tenía un buen espíritu. 

 

Después de vivir en la casa de su Mamá, se fue a vivir en La Ceiba. La gente dijo a su mama, “Su hija tiene dos milpas y están listos para cosecharlas.” Les llevaron dos días para cosechar las milpas de Clara.

 

Cuando ella vivía en La Ceiba,  ella trabajaba en la casa de Godoy, dueña de la farmacia Gody.  Se sentía mal pero siempre iba y venía.

 

En sueño le apareció su abuela.  Ella no la conocía.  Era la mamá de su papa.  Era de Roatan, una isla al norte de la Costa Norte de Honduras..

 

Ella dijo a Clara, “Óyame.  Usted se siente mal.  Alguien le ha hecho mal.”  Ella le mostró a Yaya una planta en la playa.  Era un bejuco.  Pero en aquel tiempo ella no creía en las plantas.  No le hizo caso.

 

Después de un tiempo la abuela apareció en sueño otra vez.  “Oyame.  Hágame caso.  Usted anda mal.” Ella le mostró una planta en la playa, este bejuco que se llama suiza. Ella le dijo, con este, añil, limones, ruda y agua bendita ella  se va a curar.  Hay que decir tres padres nuestros un día viernes al medio día.

 

Clara fue a la playa y encontró la planta que la abuela le mostró. Un viernes ella se bañó primero con jabón. Luego machucó la planta.  Se hizo señal de la cruz.  Dijo 3 padres nuestros y se bañó con la planta, añil, ruda, y agua bendita.  Con este se curó del mal.  Se bañó 2 o 3 días así y estaba bien.

 

Después de este, ella comenzó a estudiar plantas medicinales.  Ella ahora sabe más de 100 recetas de plantas medicinales, y es una curandera con plantas medicinales bien conocida.  Yo publiqué la mayoría de sus recetas de plantas medicinales el libro “Los Garifunas de Honduras” (Griffin y CEGAH, 2006) .Unas ella aprende con otra gente, y otras los espíritus le enseñaban en sueños. Le ha venido a buscar hasta desde Olancho, 3 horas al sur de Trujillo en bus para hacer medicina.  Cuando la gente de Olancho vino, ella compuso una canción en Garifuna que dice, “Ha vendido la gente de Olancho a buscar medicina donde mi.  ¿Como sabían ellos que yo hago medicina?”  Ella ha compuesto 5 canciones en Garífuna.

 

La mayoría de las plantas medicinales de los Garifunas son conocidas también por los Ladinos, pero los Ladinos las usan para curar otras enfermedades. Utilizan unas pocas plantas medicinales de origen africano entre los Garifunas como pion (mesín en garífuna) ya mencionado, zábila (aloe vera), ocro (neju en garífuna, okra en inglés), sorgo (maicillo en  América Central), y café. Los ghaneses que vinieron a Trujillo dijeron que ellos conocieron pion en Gana.  Hay  una planta a veces silvestre y a veces cultivada con flores blancos o morados que los Ladinos le dice guajaca o mulata, que los biólogos no saben si es originario de Madagascar en África o América Latina, dijo el étnobiologo Paul House, que los Garifunas y los Ladinos utilizan como medicina, por ejemplo para el diabetes. También usan plantas medicinales  que probablemente fueron introducidos a África antes que vinieron los Garifunas a las Américas como zacate té (tii en garífuna, lemon grass en inglés estándar, fever grass en inglés isleño), rosa de jamaica (Jamaica Sorrel Tea en inglés isleño, red hibiscus tea en inglés estándar), yuca y cocos.  

 

Poco después de curarse con el baño de la planta suiza, ella sintió mal, como un friíto. Fue donde un primo quien era buyei, un chamán garífuna.  Le dijo, “Me siento mal.”  El primo le dijo, “Usted sabe lo que tiene.”  “No, no sé,” dijo  Clara.  “Es su abuela.  Ella le dio la medicina y ahora está cobrando. Ella quiere una misa.”

 

“No se preocupe por la misa.”  Se sintió mejor.  Puso una misa en la iglesia católica donde le llame al nombre del difunto, luego en casa puso una misa  garífuna  (lemessi) para su abuela con la bebida de chocolate (de maíz tostado y molido con cacao) y pan, rezos católicos en español de una rezadora garífuna,  una mesa de comida típica garífuna, tambores y bailes tradicionales Garifunas con canciones en Garífuna. Luego se sintió bien.  Después este ella utilizaba plantas para curar la gente. 

 

Su hijo Ruddy también era victima de brujería.  Mientras Yaya estaba en Trujillo, ella soñó que ella entró en la casa de alguna gente.  Había dos candelas prendidas—una alta como los garífunas utilizan durante un novenario para un muerto y una chiquita. Ella dijo, “Voy a apagar la alta, y deja la chiquita. Así  hizo.” Ella contó a la gente este sueño.  El día siguiente, la gente iba a buscarle.  “Jesús, que sueño.  Su hijo Ruddy está grave en La Ceiba.”  Ella fue a la tienda de Glynn y compró un boleto de avión para ir a La Ceiba.

 

Ella llevó su hijo a una curandera.  La curandera dijo que su esposa le ha dado dos tipos de hormigas bravas—rojas y negras y zompopos (para que le sea fiel). Ella le dio un tratamiento, y luego le dio  un purgante.  El dijo, “En mi casa nosotros acostumbramos tomar purgantes, pero este se mira bien fuerte.”  Yaya le convenció de tomarlo.  El estaba en el baño por mucho tiempo, y necesitaba ayuda para volver a cama.  El tuvo que tomar un reconstituyente durante un mes.  Muchos hombres Garifunas dejan sus esposas o sus novias si ellos se dan cuenta que ellas se fueron a brujas para hacerles fieles, pero todavía están juntos Ruddy y su esposa.  Viven en Nueva York desde hace 25 años..

     

La Curación del Húmeru

 

Húmerus son pequeños y parecen como gente.  Ellos viven cerca de playa.  La hija de Doña Clara, Juana Julia, los ha visto. Eran 4 gemelos—dos muchachas y dos varones.  Ellos recolectan almejas y otros mariscos por la playa.  Si la mama come mariscos que los húmerus tocaban, se enferma de ronchas rojas el bebé.  Si se pone una crema en las ronchas, reaparecen en otra parte del cuerpo.

 

Una vez miré a Yaya curar un bebé que estaba mal del húmeru.  Primero, ella examinaba el bebé, e hizo unas preguntas a la mama. Luego bañó la niña con jabón.  Después ella agarró una botella de vidrio de un octavo de guaro (aguardiente de caña de azúcar, hecho en fábricas) y con un fósforo lo metió fuego. Se quemó solo un ratito, y luego ella lo sopló y se apagó. Ella mezcló el guaro calentado con romero.  Ella sobó al bebé con el guaro con el romero.  Así se quitaron las ronchas.  A veces uno tiene que repetir esto dos o tres veces.  También es posible usar el agua de pimienta gorda hervida en agua para bañar un bebé con húmeru o agregar pimienta gorda al romero y guaro.  Las mamas de los bebés pagan a Yaya para curar sus hijos o para partear y así ella compraba su comida.

 

Los húmeros también a veces llevaron a los niños Garifunas para tener con quien jugar en la playa.  Antes era costumbre de las mamas Garifunas de barrer bien su patio, para que los húmeros no les siguieran las huellas de pies de sus hijos pequeños.  Según una leyenda garífuna una vez cuando los húmerus llevaron a un niño garífuna, las ancianas y los ancianos se reunían en la playa y cantaban canciones en garífuna por muchas horas para que los húmeros les devuelvan el niño, pero nunca mas miraban al niño. (Griffin y Garifunas de Limón, sin fecha). 

 

Ella no solamente utiliza plantas medicinales.  Unos animales también ayudan en la curación.  Por ejemplo, manteca de boa es buena para asma y para el pelo.

 

Si un niño tiene calentura, puede ser que muera de la calentura, ella mata una gallina negra, la abre, y lo meta sobre la barriga del niño amarrada.  El día siguiente, si no se descompone la gallina, el niño va a vivir.  Si el pollo yede (tiene un mal olor), el niño morirá. (Griffin y CEGAH, 2005).

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