lunes, 5 de marzo de 2018

Introduccion Contexto Historico Visitas de Arqueologos a Ciudad Blanca 1915-1940



Los Contextos Históricos de las Investigaciones Antropológicas y Arqueológicas de Extranjeros en Honduras Nororiental-Zona de la Ciudad Blanca de 1915 a 1940 (Versión 14 Marzo 2017)
De Wendy Griffin
Introducción
En 1892 el mundo celebró los 400 años del descubrimiento de las Américas por Cristóbal Colon. Una parte de esta celebración Columbina era la Exposición Universal de Chicago en  los EE. UU. en 1893, un tipo de “feria mundial”. Los millonarios de Chicago pusieron el dinero para construir centros de exhibiciones que incluyeron un centro de horticultura y un centro de Antropología, incluyendo la Arqueología. En el centro de horticultura había una mata de bananos (Chapman, 2009). Aun no se había superado el problema de cómo hacer llegar  al norte de los EE. UU. los bananos antes que maduraron (un problema que se resolvió en 1904 con la introducción de barcos de vapores con refrigeración de las compañías fruteras), entonces generalmente era la primera vez que los 27 millones de visitantes a la Exposición Universal que duró seis meses lograron conocer a primera mano los bananos, que jugarán tanta importancia en la historia de Honduras.
También en la Exposición Universal de Chicago,  Honduras estaba representado por piezas arqueológicas de Copan Ruinas. El encargado de la Sala de Antropología, F. W. Putnam, un profesor de antropología de la Universidad de Harvard y Director del Museo Peabody de Harvard, había mandado sus estudiantes de antropología a diferentes puntos del mundo para recoger  las maravillas allí  para mostrarlas en la Exhibición Universal.  Marshall Saville, quien más tarde continuó en una carrera exitosa en la nueva disciplina de arqueología, fue el estudiante de Harvard quien hizo las excavaciones en 1891, junto con ayudantes Maya Chortís, para obtener estas primeras piezas de Copan en esta exhibición en los EE. UU.  Todas las piezas de Antropología de la Exposición Universal fueron adquiridas por los ricos de Chicago a la sugerencia de F.W. Putnam para mantenerlas en un Museo en esta ciudad, ahora llamada el Museo Field de Historia Natural. Este Museo jugará un papel en interesar investigadores futuros de la zona de la Ciudad Blanca como Eduard Conzemius y William Duncan Strong para conocer qué culturas, además de los Mayas, vivieron en Honduras.   
Ya por primera vez en vivo estaban juntos los dos elementos principales de cómo era Honduras  en el imaginario de los norteamericanos. Probablemente los líderes de Honduras de aquella época, inmersos en este periodo en proyectos de la Reforma Liberal de fomentar el desarrollo a través de la exportación de productos primarios, se sentían orgullosos de ser representados en la Exposición Universal frente a muchos posibles inversionistas extranjeros.  Productores norteamericanos y europeos de muchos productos, aún en existencia, mostraron sus productos nuevos  para celebrar el ingenio de sus inventores y la época de progreso que, con estas nuevas invenciones, pensaban que iba a arrancar. 
En Centroamérica  también celebraban los 400 años del descubrimiento de las Américas. En Guatemala parte de la conmemoración era la publicación de un documento  colonial inédito “La Recopilación Florida” de historiador guatemalteco Fuentes Guzmán (de Fuentes Guzman,1882).  Él era descendiente  directo del conquistador Bernal Díaz del Castillo, pero el incluyó en su historia de la colonia de la Capitanía General de Guatemala información de historia oral de indígenas además de conquistadores. Pero el editor de Fuentes Guzmán hizo una reflección que también será un motivo para los futuros exploradores de Honduras. El escribió que en el pequeño país de Guatemala aún tenían millones de indígenas, mientras en el censo de 1890 de los EE. UU. solamente quedaron 50,000 indígenas en este país del norte mucho más grande. Él pensaba que los españoles coloniales, a pesar de todas sus fallas, hicieron algo mejor para sus indígenas que las políticas de los blancos de los EE. UU. que les quedaron tan poquitos indígenas en su territorio inmenso(de Fuentes Guzman,1882).
La Motivación del Trabajo Antropológico al Comienzo del Siglo 20
Era interesante la decisión de incluir un centro de Antropología en la Exposición Universal. Era una carrera nueva, asociada con museos importantes de la Costa Este de los EE. UU.  Entre los antropólogos, había una preocupación que estaba reduciéndose tanta la población indígena norteamericana, en parte por azotes de enfermedades europeas, que los indígenas norteamericanos pudieron desaparecer.  Entre la población en general existía la idea que tal vez sería necesario de eliminar los indígenas norteamericanos para lograr el soñaba desarrollo. Aún si no los eliminaron, el “progreso” (sin mencionar una educación para los indígenas dedicada a borrar sus culturas y sus lenguas—Thomas, 2016) estaba causando que los indígenas norteamericanos perdieron sus culturas tradicionales, un fenómeno que estaba afectando en aquel tiempo otras partes del planeta  con la expansión de negocios de compañías europeas y norteamericanas.  Los antropólogos se dieron la tarea de tratar de recoger ejemplos de artesanía indígena y documentar parte de la cultura y lenguas indígenas antes que desaparecieron frente al “progreso”.  Parte de esta tarea era documentar las lenguas indígenas que ya al final del siglo 19 estaba comenzando a desaparecer en los EE.UU.
(Otros críticos más tarde dirán que este problema fue causado por políticas racistas del gobierno de los EE.UU. como permitir la destrucción del hábitat o recursos naturales de los indígenas, de forzarles trasladarse a vivir fuera de la zona ecológica donde desarrollaron sus culturas, implementar políticas educativas para forzarles perder sus lenguas, separarlos de sus padres y mandarles a escuelas distantes para que no aprenden las culturas de sus antepasados, guerras en contra de los indígenas, no protegerles si fueron asesinados, etc. Ni los hombres de negocios, ni el gobierno de los EE.UU.  iban a tratar mejor a los indígenas y los negros de los países de América Central de una mejor manera que trataron a estos pueblos en su propio país.)  
La Motivación de Trabajos Arqueológicos al Comienzo del Siglo 20
Los arqueólogos norteamericanos se sintieron que los sitios arqueológicos que ellos estudiaban también estaban amenazados por el avance de “progreso”.    Uno de los usos del nuevo tractor que se había inventado era nivelar los montículos que habían dejados en gran parte del sur y este de los EE. UU. los indígenas precolombinos de este país para permitir la agricultura extensiva y mecanizada. Ya en 1924 en los EE.UU. había colecciones de artefactos arqueológicos de indígenas hondureños que había sido encontradas principalmente en los campos bananeros de Honduras noroccidental como la colección que donó Samuel Zemurray, presidente de la Cuyamel Fruit en el Departamento de Cortés, Honduras,  al Instituto de Investigación Mesoamericana (MARI)  que el dio el dinero para fundar en la Universidad de Tulane en Nueva Orleans. Según un estudiante de Tulane, 60% de la colección de MARI es de Honduras. El interés de Zemurray en la arqueología debajo de las matas bananeras inspiró a su hija Doris Zemurray Stone, autora de 28 libros y docenas de artículos sobre arqueología (Worldcat, sin fecha),  a dedicar la mayoría de su vida a la arqueología y antropología de América Central.

Arqueólogos, Antropólogos y Otros Viajeros Extranjeros Dan a Conocer Las Riquezas del País y Como Llegar donde estas Riquezas 
Desde el siglo 19 existía un género de libros de viajeros a Honduras, que dan a conocer las riquezas del país, particularmente la zona Norte, para generar interés en posibles inversionistas extranjeros. Estos viajeros mencionan generalmente los tipos de árboles maderables, el hule, las minas de oro, plata, y ópolos en el país, y las posibilidades de la agricultura de exportación como los bananos o el café.  Aún libros principalmente sobre indígenas como los de Conzemius (1932) mencionan las industrias que se desarrollan o pueden desarrollarse en la zona indígena.  Según Antonio Vallejo (1887), el gobierno de Honduras consideró sus ruinas arqueológicas como las Ruinas de Copan como una de las riquezas del país.  Aún el censo de 1887 y la publicación del Primer Anuario Estadístico de Honduras de 1889 eran para dar a conocer otra riqueza que tenía el país, su población o sea la mano de obra para cualquier proyecto de inversión (Vallejo,1887).  
Mientras ciertos sectores del público de los EE.UU. y en  Honduras miraron con buenos ojos los avances de compañías mineras, madereras, huleras, y bananeras norteamericanas en Honduras, a ciertos individuos norteamericanos se sentían una curiosidad y una urgencia de saber lo que había de los indígenas hondureños, sus culturas, sus lenguas, su arqueología,  antes que fue cambiado por siempre por la llegada del “progreso” que tanto afectó a los indígenas de los EE.UU..
Otros Actores en Expediciones y Publicaciones Arqueológicas y Antropológicas—Museos, Editoriales, y los Ricos que los Financiaron en el exterior y en Honduras el gobierno y los cooperantes indígenas
En cada proyecto grande como ser una expedición arqueológica o antropológica a otro país que resultaría en colecciones para Museos y publicaciones, era necesario unir esfuerzos con muchas personas e instituciones, cada quien con su propia motivación por que participan. Veremos que los tempranos arqueólogos y antropólogos y exploradores tenían sus motivos porque fueron a Honduras nororiental, pero también era importante las motivaciones de las personas ricas o líderes políticos que fundaron los Museos, quienes financiaron expediciones a América Central, las motivaciones de editoriales por que publican las investigaciones de ciertas personas, mientras a otras personas no, y las motivaciones de los lectores por que compraron el libro, o revista donde se publicó el informe de los resultados de las expediciones. 
Honduras tenía sus motivaciones por que autorizaron las expediciones. Los indígenas locales tenían sus motivaciones por que aceptaron dar información, permiso,  apoyo logístico  y mano de obra a los extranjeros que encontraron en sus comunidades. Estas expediciones de extranjeros en Honduras nororiental, como todas nuestras acciones, tenían consecuencias, las cuales pueden ser vistas como positivas o negativas, dependiendo de su punto de vista.
¿Por qué Principalmente Eran los Extranjeros que Estudiaron la Arqueología y Antropología de Honduras al Comienzo del Siglo 20?
Las carreras de Arqueología y Antropología como carreras universitarias eran nuevas al final del siglo 19. Surgen, en parte, para suplir las necesidades de personal calificado para Museos, algo también nuevo en el siglo 19 en los EE.UU. y en Europa.  Muchos de estos primeros Museos (Chicago, Nueva York, Pittsburgh, el Smithsonian en Washington, DC, el Museo Peabody de Yale)  eran Museos de Historia Natural, que incluyeron elementos de la botánica, la zoología, la geología, y de los indígenas que utilizaron los productos naturales en su entorno para crear sus artesanías y los artefactos arqueológicos.
Estos Museos como sus nombres implican--el Museo Carnegie de Pittsburgh, el Museo Peabody de Harvard, el Museo  Field de Chicago, el Museo Smithsonian, el Museo Heye de Nueva York, eran los resultados de donaciones de personas que lograron hacerse ricos en las oportunidades económicas del siglo 19 y el  comienzo del siglo 20.  Los centros universitarios norteamericanos que dominaron la arqueología hondureña como Harvard, Columbia, la Universidad de  Pennsylvania, y Tulane eran universidades privadas de primera categoría, que además de las matriculas caras que reciben, dependen de donaciones privadas.
Ahora, generalmente,  las donaciones privadas a universidades norteamericanas son por personas egresadas de esta universidad, pero en el pasado los ricos norteamericanos, la mayoría de los cuales como Samuel Zemurray no eran egresados universitarios, hicieron donaciones a sus universidades locales para fortalecer carreras que les interesaban. Había interés de fortalecer museos y programas de arqueología y antropología o Historia Natural por parte de ricos estadounidenses, entonces estos crecieron.     También eran populares libros sobre viajes en el exterior, e indígenas de la actualidad y en el pasado, entonces valió la pena facilitar que otros hagan estos viajes o investigaciones, escribir y publicar estos tipos de libros. Los Museos querían argumentar que ellos tenían las mejoras colecciones, que sus universidades produjeron los mejores académicos, que sus profesores y exalumnos publicaron los informes de mayor importancia. A través del renombre, ellos pudieron lograr más alumnos, los mejores profesores, más matricula, y más donaciones. 
Antes de 1956, Honduras tenía una sola universidad, la UNAH, con sede en Tegucigalpa. Todavía en la década de1950, la UNAH solamente ofreció dos carreras—Derecho y Medicina (Antonieta Máximo, comunicación personal). Pocos hondureños tenían la oportunidad de estudiar a este nivel, porque generalmente solamente había un Instituto público por departamento, y unos departamentos como Islas de la Bahía y Gracias a Dios no contaban con institutos públicos hasta la década de 1990. Entonces no había mucho mercado para libros de autores hondureños y pocas personas capacitadas hasta el nivel para lograr ser autores. Si tuvieron la posibilidad económica de estudiar en el exterior, no estudiaron antropología o arqueología antes de 1956 y la fundación del IHAH (Frewen, 2012)  (y la Escuela Superior del Profesorado, ahora UPN, que ofrece la Carrera de Estudios Sociales, Elizabeth Meigham, comunicación personal), porque no había donde trabajar y ser pagado para ser antropólogo o arqueólogo en Honduras. 
Hasta hoy en día las pocas personas que publican libros sobre los indígenas de Honduras hablan de las dificultades económicas de hacer las investigaciones de su bolsa, que no hay en Honduras mecanismos de apoyo como fundaciones privadas o escasos fondos del gobierno para hacer estas investigaciones. También la publicación de los resultados de las investigaciones resulta difícil en Honduras, que si no logra el apoyo de algún ente del Estado, incluyendo los editoriales de las universidades públicas, los investigadores hondureños tienen que autofinanciar no solamente la investigación, el tiempo para escribir el libro, pero también la publicación de sus libros. Los investigadores hondureños enfrentan grandes desafíos en comparación a sus colegas norteamericanos, incluyendo que sus trabajos normales pagan tan poquito, que muchas veces tienen que trabajar dos trabajos para pagar los gastos de su hogar. Es difícil así encontrar el tiempo para escribir e investigar. En Honduras la publicación de su investigación generalmente resulta  poco rentable para el escritor, particularmente comparado a los gastos de haber hecho la investigación. Es generalmente necesaria otra motivación, y no una motivación económica, para que un hondureño escriba y publique sus investigaciones sobre los indígenas o la arqueología de Honduras.  
Honduras era un país tan  pobre y con tan poco personal capacitado al comienzo del siglo 20 que el Presidente Carias pidió ayuda de la Fundación Heye de Nueva York para estudiar los Miskitos y sus artesanías en la década de 1930 para el Museo Nacional que él quería fomentar (Raphael, 1934)  Aún no existía USAID ni el programa de becas Fulbright ni el Banco Mundial o el BID , fuentes actuales para el trabajo arqueológico en Honduras,  que todos comenzaron después de la Segunda Guerra Mundial. Este primer Museo Nacional de Honduras también se cerró por la pobreza del país que el gobierno no pudo dar mantenimiento al edificio, y se ruinaron las colecciones por goteras del techo del Museo (Frewen, 2012). 
Motivaciones de Nacionalismo o de Recordar la Gloria del Pasado en la construcción de Museos y Parques Arqueológicos en Honduras como parte de la Construcción de la Identidad Nacional
Veremos que los gobiernos de Honduras y de los EE.UU. también tenían motivaciones para fomentar Museos y ciertos tipos de publicaciones durante la primera mitad del siglo 20. Por adentro del país este puede incluir querer construir y contar  una historia del pasado glorioso del país que fomenta la creación de buena auto-estima dentro de los pobladores.  Si somos descendientes de tan inteligentes antepasados, podemos lograr grandes cosas nosotros también. Mostrando el contenido de los Museos  hacia los visitantes del exterior, que muchas veces han tenido una actitud de desprecio hacia los hondureños, se puede presentar también los logros gloriosos de los antepasados para mostrar que los hondureños modernos sus descendientes merecen respeto en el presente.
Teorías Racistas del Comienzo del Siglo 20 y el Uso de Restos Arqueológicos para Argumentar en su Contra
Las ruinas mesoamericanas en particular eran utilizados para contestar teorías racistas del comienzo del siglo 20 de las causas de la pobreza  de los países subdesarrollados, que según estas teorías, eran subdesarrollados porque eran inhabitados por “razas inferiores” como negros, indígenas, y chinos(Rolland Paulston, comunicación personal), por ejemplo por los seguidores de políticas de eugenesia (Eugenesia en Estados Unidos) y racismo científico (Racismo Científico). Parte de esta teoría es que era caliente el clima de  estos países tropicales, entonces la gente local eran pocos energéticos por haber adoptado al calor.
Políticas de los Países Centroamericanos que Reflejaban la Influencia de Racismo Científico
Hay mucha evidencia que estas ideas racistas existieron en Honduras y en otros países centroamericanos por ejemplo políticas en contra de la migración de negros y otras razas indeseables a América Central (Euraque, 2004, Gudmundson & Wolfe, 2012), políticas y libros tratando de atraer colonos  “energéticos” como los europeos a Honduras, y discusiones intelectuales sobre qué hacer con el problema indígena (y china y negra) en América Central (Martínez,  sin fecha). Conzemius refleja sobre el efecto del calor sobre los habitantes de la Moskitia a quienes él creía que no tenía la energía natural que el frio dio a los europeos y los norteamericanos (Conzemius, 1932).  
Los países del sur de  América Central como  Honduras, El Salvador, Nicaragua, y Costa Rica intentaron esconder la existencia moderna de “razas inferiores” como indígenas, negros, y chinos en sus países, eliminando antes de 1940 las categorías raciales de los censos nacionales.  Desaparecieron estos grupos de las historias oficiales de estos países. Después de la Matanza de 1932 en El Salvador de miles de indígenas, se hizo ilegal ser indígena—no era permitido usar vestuario típico, era prohibido hablar idiomas indígenas, no era posible declarar sus hijos indígenas en las partidas de nacimiento, etc. Según el discurso oficial de El Salvador ellos ya no tenían “un problema indígena” o “un problema negro”, porque era un país 100% mestizo, que ya no había indígenas.  
Costa Rica rehízo su historia como casi todos los pobladores actuales de Costa Rica eran descendientes de blancos europeos, entonces ellos tampoco tenían un “problema indígena” o ”un problema negro”, entonces la historiadora Costa Ricense Rina Caceres sentía mucha sorpresa de leer la historia colonial de los Ladinos, y encontrar muchas referencias a negros, mulatos, y morenos.    En El Salvador cuando legalmente ya no existían indígenas, este significó que no había herederos modernos de los títulos de tierras coloniales extendidos a favor de los pueblos de indios, que era posible dar estas tierras a caficultores  Ladinos. Este más tarde influyó la participación de estos desposeídos en la guerra civil en El Salvador.  El antropólogo Mark Chapman sintió mucha sorpresa de descubrir 500,000 indígenas salvadoreños invisibles en 1992. Aún en Guatemala famosos intelectuales discutieron que pudieron hacer frente al “problema indígena” de este país. 
En Honduras los gobiernos del comienzo del siglo 20 dieron autorización a los ferrocarriles, plantaciones bananeras, estancias ganaderas, cortes de coaba, y plantaciones huleras de extenderse hacia tierras de los Garífunas, los Jicaques y Tolupanes, los Tawahkas, y los Miskitos sin cuidado, diciendo que tales tierras eran deshabitados desde siempre y desiertos. Más bien prometieron tierras gratis a extranjeros que prometieron dedicarse a la exportación y ciudanía hondureña en un año si los extranjeros se asentaron en tierras indígenas  (Griffin, 1992). Veremos que Presidente Carias pensó resolver su problema indígena y negra en la Moskitia hondureña con un proyecto de colonización (de europeos), entonces mandó a estudiar los Miskitos y obtener artesanías miskitas mientras aun mantenían su cultura (Rafael, 1934).  No se preoccuparon los gobernantes de Honduras hacia donde iban a ir los indígenas (y tampoco los mulatos en Yoro y Colon desde la colonia) desplazados por las concesiones en su área.  El gobierno central mandó expediciones para descubrir las riquezas de la Moskitia para ser capaces de darles en concesión o explotarlos de otra forma (Griffin, 1992). 
Se enseñó que todos somos mestizos. Había una Mayanización de la historia de Honduras, mientras lo cierto es que la mayoría de la historia indígena de la colonia de Honduras lo protagonizaron más los Lencas, mientras hasta 30% de la población era mulato (Euraque, 2004).   Había una política de españolización de los pueblos indígenas que aún hablaban su idioma y mantenían su cultura tradicional. Por ejemplo, Alberto Membreño quien recolectó vocabulario indígena de Honduras en su libro de Hondurenismos,  cuando era presidente dio énfasis de fundar misiones escolares entre los Pech y los Tawahkas (Membreño, 1994), con resultados desastrosos para los Tawahkas durante la epidemia de influenza española de 1918 donde había tantos muertos que no quedaron suficientes vivos para enterrarlos todos en El Sumal, lugar donde les habían forzado de asentarse para asistir a la escuela, quemando sus aldeas tradicionales (Don Jacinto, comunicación personal). Tardó 30 años antes que los indígenas permitieron fundar otra escuela hondureña en la Moskita (Scott Wood, comunicación personal).
 Estos tipos de ideas sobre cómo resolver el “problema” de los Miskitos en la Moskitia, y que los colonos que fueron allí adoptaron el estilo de vida de los sambos en vez de colonos “civilizar” a los Miskitos continuó hasta 1961 y la resolución final de la frontera Hondureña-Nicaraguense y la creación de la área Protegida de la Ciudad Blanca a recomendación del Dr. Jesus Aquilar Paz, más tarde incorporado en la Biosfera del Río Plátano. Danira Miralda Bulnés incluye en su libro “Latwan Laka Danh Takisa: Los Pueblos originarios y la guerra de baja intensidad en el territorio de la Moskitia, República de Honduras “ diferentes visiones oficiales de la Moskitia y los Miskitos (Miralda Bulnes, 2012), todos muy afectados por el racismo y el eurocentricismo típico de esta época tanto en los EE. UU. cómo en América Central.  El Dr. Justin Wolfe en su artículo en el libro “La Negritud: Entre raza y raíces”    muestra similares actitudes hacia los Miskitos Nicaraguenses y la Moskitia Nicaraguense por parte de los gobernantes e intelectuales de este país vecino (Gudmunson y Wolfe, 2012). Las secuelas de estas teorías racistas y los remedios que los centroamericanos adoptaron para resolver lo que teorías racistas del desarrollo identificaron como sus “problemas indígenas” y “problemas negros”  siguen afectando estos pueblos originarios hasta hoy en día.   
Uso de Ruinas Arqueológicas en Discursos para la Construcción de una Identidad Nacional Positiva 
Otra respuesta de los mexicanos y los centroamericanos era de contestar que nuestros antepasados eran tan inteligentes y energéticas que construyeron las ruinas mayas y aztecas antes de la llegada de europeos a este continente, como parte del discurso de “mestizaje . La causa de nuestro subdesarrollo actual tiene que ser otra causa y no porque somos de razas inferiores. Las políticas de Presidente Tiburcio Carias en favor de crear el Parque Arqueológico de Copan Ruinas (1934), el Parque La Concordia al estilo Maya en Tegucigalpa, y mientras era Presidente del Congreso Nacional apoyar al poner el nombre de Lempira a la monedad nacional eran ejemplos de tratar de negar los discursos racistas de la época en contra de indígenas y mestizos centroamericanos.
Según su sobrino tucayo Tiburcio Carias, el General Tiburcio Carias Andino fue conocido como “El Indio de Bronce”.  (Tiburcio Carias, comunicación personal).  A pesar de ser líder nacionalista y un general victorioso, y más tarde presidente del Congreso Nacional y  luego Presidente de la República, la correspondencia diplomática de la época de los 1920 y 1930 indican que los diplomáticas norteamericanos a veces no lo trataba bien por pensar que el también era de “razas inferiores”.  (Véase Euraque, 2004 y Euraque y Furias, 2010 por otras interpretaciones de estas políticas de Presidente Carias) . Las secuelas de estas teoristas racistas de desarrollo y esta controversia todavía están afectando las relaciones entre Centroamericanos y su vecino al Norte, los EE. UU..
 El uso de este discurso que elevó a los Mayas muertos, e hizo invisible los indígenas y negros modernos vivos de Honduras, y las contribuciones de  indígenas no-Mayas y de los negros en el pasado en Honduras es una política que el movimiento a favor de una educación multilingüe pluricultural aún no ha logrado superar en las instancias encargada de la cultura en el país (Frewen, 2012). Por ejemplo, el Instituto Hondureño de Culturas Autóctonas y Populares del Ministerio de Cultura tuvo una vida muy corta de año y medio. La Oficina de Folklor del ahora desaparecido Ministerio de Cultura no incluye dentro de sus tareas la documentación del Folklor de las etnias minoritarias del país. Hay apoyo económico del gobierno solamente para festivales folklóricos solamente de los Ladinos de Honduras. 

Museos en el Exterior con Colecciones Internacionales como Símbolo del Poderío y Alcance del País
El gobierno de los EE.UU. ha fomentado la recopilación de todos tipos información sobre otros países que puede resultar útil para fomentar sus intereses, y los intereses de sus ciudanos y sus grandes empresas,  en el mundo. Estos intereses incluyen intereses económicos, políticos, militares, y científicos. Trabajan con el lema “El conocimiento es poder.” Sus Museos y las publicaciones de sus Museos son auxiliares para fomentar la educación popular, académica,  y científica sobre lugares y pueblos con que los estadounidenses están en contacto. Los Museos modernos continúan la práctica de elites, en todo el Mundo de ahora y en el pasado, de recoger cosas de lugares distantes y exóticos (en la periferia)  para mostrar su riqueza, grandeza, y su poder (en el Centro, en la metrópoli). 
Resultado de la Distribución de Información y Piezas Arqueológicas entre la Periferia y el Centro
 Este ha causado una falta de equidad en acceso a información. Por una parte  las  publicaciones de arqueología y antropología  y sobre muchos otros temas de Honduras están en los idiomas del Centro (inglés, alemán, francés, y no en español), y están ubicados en los Metropoli  (EE.UU., Europa, Guatemala como capital de la Capitanía de América Central, y no en Honduras, y mucho menos no en las comunidades indígenas). Cuando estos arqueólogos y antropólogos estaban publicando en el exterior, principalmente había dos bibliotecas en Honduras—la Biblioteca Nacional y la Biblioteca de la UNAH, ambas con problemas de pobreza.  Por otra parte existe el problema que las piezas arqueológicas en si están en lugares fuera del alcance de la mayoría de Hondureños por estar en Museos en el exterior.  Problemas de costo y pobreza también afecta el acceso de los pobladores hondureños a los restos arqueológicos hondureños aun si estos han quedado  en Honduras.
La mayoría de la información disponible en Honduras es sobre los Mayas de Copán, dejando afuera la arqueología de los Lencas, los Nahuas, los Chorotegas, y los enigmáticos constructores de las ruinas arqueológicas de la zona de la Ciudad Blanca en la zona nororiental en Honduras entre el área donde se unen los departamentos modernos de Colón, Olancho, y Gracias a Dios. Esta serie de ensayos darán acceso a Hondureños y otros lectores de español a la información recopilada por los antropólogos y arqueólogos extranjeros en la zona de la Ciudad Blanca, los contextos históricos en los cuales la información fue recopilada, y una reflección que significa lo que encontraron estos exploradores tempranos en relación a lo que sabemos ahora de la arqueología, la etnohistoria, y las leyendas de la zona.
Los Búsquedores para la Ciudad Blanca y Otras Grandes Ruinas en Honduras Nororiental 1915-1940, donde quedaron sus colecciones de arqueología y quienes financiaron sus expediciones.
Sylvanus Morley-aún no he descubierto que pasó con su investigación arqueológico de la Costa Caribeña de América Central durante la Primera Guerra Mundial, además de la parte que fue enviado a la oficina de ONI.
Eduard Conzemius-Etnógrafo. No llevó piezas arqueológicas, solamente las describió.  Parece que el pagó sus propios gastos de viajes. Su libro sobre los Miskitos, los Sumus,  y la arqueología de la Moskitia fue publicado por el Instituto Smithsonian.  Su investigación sobre los Payas (Pech) que menciona al final La Ciudad Blanca, fue publicado por una organización profesional europeo Asociación des Americanistes.
Herbert Spinden—arqueólogo. Las piezas arqueológicas en el Museo Peabody de Harvard de la zona de la Ciudad Blanca, más otras piezas hondureñas en el Museo Americano de Historia Natural, Nueva York.
Dr. William Duncan Strong-arqueólogo. Las piezas están en el Museo de Historia Natural, Instituto Smithsonian, Washington, DC. Muchas se pueden ver en su sitio de Internet. Esta expedición a Honduras Nororiental y las Islas de la Bahía fue financiada por un estudiante de antropología de Harvard que le acompañó. Las publicaciones sobre estas expediciones fueron publicadas por el Instituto Smithsonian.
 Capt. R. Stuart Murray-aventurero. Las piezas están en el Museo Americano de Historia Natural, Nueva York. Participó en dos expediciones que fueron financiado por la Fundación Heye—el primero para traer piezas etnológicas de la Moskitia y la segunda para buscar la Ciudad de Mono-Dios.  No hay información sobre si trajo piezas arqueológicas de regreso en la colección del Museo Nacional del Indígena Americano en su sitio de Internet.
Frederick A. Mitchell Hodges-aventurero. Las piezas que trajo de Islas de la Bahía en el Museo Nacional del Indígena Americano, parte del Smithsonian, Washington, DC. El participó en dos expediciones para buscar la Ciudad blanca que fueron financiados por la Fundación Heye, pero no hay información sobre si trajo piezas arqueológicas de regreso en la colección del Museo Nacional del Indígena Americano en su sitio de Internet.
Dr. Frederick Wilson Poponoe-botánico quien trabajó por la United Fruit e hizo análisis de flora para proyectos arqueológicos. Las piezas que el encontró en el Distrito de Río Tinto (Black River), División de Trujillo, Colón, fueron donados al Museo Nacional de Historia Natural, Smithsonian.  
Theodore Morde, periodista y explorador, las piezas que encontró están en el Museo Nacional del Indígena Americano, parte del Smithsonian, Washington, DC, pero en su sitio de Internet solamente hay información del cayuco y canalete Tawahka que trajo de regreso. Esta expedición fue financiado por la Fundación Heye.  La publicación de su viaje en búsqueda de la Ciudad de Mono Dios fue publicada por una revista popular que se distribuyó con los periódicos los días domingo.
Doris Zemurray Stone, antropóloga y arqueóloga,  investigó la arqueología de la Costa Norte de Honduras, incluyendo la zona nororiental de Honduras en Colon y Olancho.  Los lugares que ella mencionaba en su libro “La Arqueología de la Costa Norte de Honduras”  que fue publicado por el Museo Peabody, son lugares de piezas arqueológicas en la colección de MARI de Tulane, por ejemplo el oferatorio de Jamasquire, Olancho  y Peroles Calientes. Ella no identifica como financió sus viajes en Honduras.
Dr. Junius Bird, arqueólogo,  no buscó tierra adentro para la Ciudad Blanca, pero estudió los montículos de caracoles que habían en la Costa Norte y en Islas de la Bahía, que parecen ser áreas de la misma cultura de la zona de la Ciudad Blanca.  Su colección de piezas arqueológicas hondureñas está en el Museo Nacional de Historia Natural, Nueva York.
No sé quien donó las piezas de las zonas de Trujillo, Río Tinto, Plátano y Río Patuca al MARI de la Universidad de Tulane, ni las piezas del Río Aguan a la Universidad de Pennsylvania.

Los Museos norteamericanos interesados en Arqueología Hondureña y  Los Ricos que lo fundaron
En mi bitácora en español “Internet para Hondureños” hay una lección sobre cómo utilizar el busquedor  de sitios de Internet “Google Chrome” o el traductor de Google para leer sitios de Internet en inglés.
“Lección III Recursos para los que quieren estudiar Música y Danza y Como traducir sitios de Internet” 2 de Marzo de 2015, Internet para Hondureños, en http://www.historiahondurasindigena.blogspot.com/2015/03/lección-iii-recursos-para-los-que.html

Museo Americano de Historia Natural
American Museum of Natural History (Museo American de Historia Natural) (sin fecha) “Marshall Howard Saville” en  www. amnh.org/our-research/anthropology/collections/collection-history/meso-american-archaeology/Marshall-Howard-Saville  Saville trabajó en Copan Ruinas en 1891 y eran alumno de Frederic Putnam, director del Museo Peabody,  de Harvard. Fue encargado de Arqueología Centroamericano y Mexicano para el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y en 1903 profesor Loubat de Arqueología Americana de la Universidad de Columbia, Nueva York. El Duc de Loubat fundó la Sala de America Central y México en el Museo Americano de Historia Natural en 1899. En 1907 el dejó el Museo Americano de Historia Natural para trabajar para el Museo del Indígena Americano de la Fundación Heye. Durante la Primera Guerra Mundial el trabajó en Inteligencia Militar en Europa. 

https://anthro.amhn.org/central  Se puede buscar aquí para las más de 1,000 piezas arqueológicas que el Museo Americano de Historia Natural tiene de Honduras. Incluye las Islas de la Bahía, valle de Ulua, de Jerico (actualmente un barrio de Trujillo, Colon) de la expedición de Dr. Junius Bird (1931), y unas piezas arqueológicas de piedras como cabezas de hacha, de piedra común y de piedra verde, posiblemente de jade, de la expedición de Capt. R. Stuart Murray al Rio Sico en 1933 para la Fundación Heye. Hay fotos y descripciones de las piezas arqueológicas.    Hay 51 páginas de la colección hondureña de este Museo.

“Joseph_Florimund_Loubat” en http://en.wikipedia.org/wiki/Joseph_Florimund_Loubat . El financió la construcción de la Sala de Arqueología Mesoamericana en el Museo Americano de Historia Natural y también financió plazas para profesores Loubat de Arqueología Americana en la Universidad de Columbia, incluyendo Marshall Saville y William Duncan Strong. Donó su colección personal de arqueología mexicana de Oaxaca al Museo Americano de Historia Natural que el arqueólogo Eduard Seeler le había conseguido para el. El dio propiedades con un valor de más de un millón a la Universidad de Columbia.  Su padre había trabajado en proyectos de transporte en Nueva York y en Francia. Fue titulado Duc de Loubat por el Papa Leo XIII en 1893.  

Museo del Indígena Americano de la Fundación Heye

“National Museum of the American Indian”  (Museo Nacional del Indígena Americana) en https://en.wikipedia.org/wiki/National_Museum_of_the_American_Indian.  La colección del Museo del Indígena Americano de la Fundación Heye fue donado a este Museo Nacional del Indígena Americano, Washington, DC, que forma parte del Smithsonian.  Véase la sección del Smithsonian sobre como mirar lo que tienen en su colección.

“George Gustav Heye” en https://en.wikipedia.org/wiki/George_Gustav_Heye. George Gustav Heye (1874-1957)    El fundador del Museo del Indígena Americano, Nueva York.  La Fundación Heye comenzó en 1916. El padre del señor Heye había hecho una fortuna en la industria petrolera con Rockefeller, dueño de la Standard Oil, y el señor Heye era primero ingeniero civil con un ferrocarril y luego banquero inversionista.  En 1919 ya existió el Museo del Indígena Americano. Heye logró coleccionar más de 1 millón de piezas arqueológicas y etnológicas, la colección de artefactos sobre pueblos indígenas de las Américas privada más grande en el mundo.

“Minor Cooper Keith” en http://en.wikipedia.org/wiki/Minor_Cooper_Kieth  Minor Cooper Keith (1848-1929)  también tenía su  propia colección de artefactos arqueológicos centroamericanos incluyendo piezas de oro de Costa Rica. La Fundación Heye tenía una Junta Directiva que incluyó Minor Cooper Keith, vicepresidente y cofundador de la United Fruit, en 1920.   El donó sus colecciones de piezas de oro precolumbina  al Museo Americano de Historia Natural en Nueva York.

Exhibición sobre Arqueología Centroamericana en el Museo Nacional del Indígena Americano, “Minor Cooper Kieth”.  El también donó parte de su colección de piezas arqueológicas centroamericana al Museo de la Fundación Heye, que luego pasaron a formar parte de la colección del Museo Nacional del Indígena Americano, del Smithsonian, en Washington, DC.  Piezas arqueológicas de la colección privada del ex-presidente de Honduras Marco Aurelio Soto por ejemplo una vasija de mármol de Ulúa también formaban parte de la colección Heye y ahora están en Washington. Esta colección incluye más de 16,000 piezas de alfareria centroamericana, incluyendo 10,000 intactos. También incluye las piezas que Theodore Morde llevó de la zona de la Ciudad Blanca en 1940, bajo la clasificación “Chorotega”.  El Museo Nacional del Indígena Americano tiene una persona enlace para indígenas latinoamericanos.

Museos Peabody de Harvard y de Yale

“George Peabody” en https://en.wikipedia.org/wiki/George_Peabody  George Peabody (1795-1869), un banquero norteamericano residente en Londres,  financió los Museos Peabody de Yale y de Harvard.  Es considerado como un padre de la filantropía.  Donó el dinero para el Museo Peabody de Harvard en 1866 y también el Museo Peabody de Yale en 1866.  El Museo Peabody se inauguró en 1876.  El era miembro de la Sociedad Americana de Antiguarias. Ya que George Peabody no tuvo hijo varón, el aceptó como socio Junius Morgan. Al jubilarse George Peabody quien retiró la mayoría de su dinero del banco, el banco cambió su nombre a J.P. Morgan. El banco comercial actual JP Morgan Chase y el banco inversionista actual Morgan Stanley son los bancos actuales descendientes del banco fundado por George Peabody.

“Peabody Museum of Archaeology and Ethnology” (Museo Peabody de Arqueologia y Etnología) en https://en.wikipedia.org/wiki/Peabody_Museum_of_Archaeology_and_Ethnology 

“Peabody Museum of Archaeology and Ethnology”  (Museo Peabody de Arqueología y Etnología) en https://www.peabody.harvard.edu/about  No hay una manera fácil de ver por el Internet lo que tienen en su colección. Tiene una fuerte colección de las ruinas de Copan. Dice que también tienen piezas de Honduras Oriental. De la zona de la Ciudad Blanca tienen un metate y una vasija cilíndrico de piedra de una investigación del arqueólogo profesional Herbert Spinden al Río Plátano, según el artículo de Wikipedia sobre La Ciudad Blanca.

“Francis Ward Putnam” en https://en.wikipedia.org/wiki/Frederic_Ward_Putnam Frederic Putnam (1839-1915). Era el encargado del Museo Peabody de Harvard de 1874-1909.  Era jefe del departamento de antropología para la Exposición Universal de Chicago de1893. Se considera padre de Arqueología Americana por su contribuciones y los excelentes estudiantes que lograron adelantar esta carrera nueva.

“Francis Ward Putnam, American Anthropologist” Encyclopedia Britannica en https://www.
Britannica.com/biography/Frederic_Ward_Putnam En 1894 el comezó a dedicar la  mitad de su tiempo al Museo Americana de Historia Natural en Nueva York.  El organizó el departamento de antropología de la Universidad de California, Berkeley y su museo antropológico. El dirigió expediciones pioneras a México, América Central, y América del Sur.

“Yale Peabody Museum of Natural History”  (Museo Peabody de Historia Natural de Yale) en peabody.yale.edu/about-us/misión-history.  Incluye la información sobre ser fundado por el Sr. George Peabody, un banquero.  Aún que este Museo no es importante para la arqueología de Honduras, es de interés para conocer la arqueología de los ancestros de los Garífunas en la Isla de San Vicente y bajando la cuenca del Río Orinoco hasta  la cuenca del Río Amazonas.

Museo Field de Historia Natural de Chicago

“World’s Columbian Exposition” (Exposición Mundial Columbiana) en https://en.wikipedia.org/wiki/World%275_Columbian_Exposition

“Exposición Universal de Chicago (1893)”  en https://es.wikipedia.org/wiki/Exposición_Universal_de_Chicago_(1893)

“Field Museum of Natural History” (Museo Field de Historia Natural) en https://en.wikipedia.org/wiki/Field_Museum_of_Natural_History

“Brief History of the Field Museum” (Breve Historia del Museo Field) en https://www.fieldmuseum.org/about/history.  Explica el papel de Marshall Field, un comerciante exitoso,  en la  creación del  Museo Field de Chicago.

“World’s Columbian Exposition of 1893 Collection” (Colección de la Exposición Mundial Colombiana de 1893)  en https://www.fieldmuseum.org/node/5106. No es posible ver el contenido de las colecciones del Museo Field en el Internet.

MARI (El Instituto de Investigación de Mesoamerica) de la Universidad de Tulane

“Middle American Research Institute of Tulane University, General History”  (Instituto de Investigación de Mesoamerica de la Universidad de Tulane, Historia General) en https://www.tulane.edu/~mari/generalhistory.html  Explica que Samuel Zemurray, dueño de la Cuyamel Fruit en Honduras fundó el Instituto de Investigación de Mesoamerica en 1924. Doris Z. Stone (1909-1994) aún era una niña en aquel tiempo, entonces fue el interés de su padre en la arqueología centroamericana que le animó a seguir como carrera y trabajo durante la mayoría de su vida.

“Honduras, Middle American Research Institute at Tulane”  (Honduras, Instituto de Investigación de Mesoamerica en Tulane) en mari.tulane.edu/hondurasobj.html
Incluye una lista general de las colecciones que tienen relacionado con Honduras que incluye Cortes,  Colon, Rio Negro, Peroles Calientes, Jerico en Trujillo, otros lugares cerca a Trujillo, Olancho Valle de Agalta, Jamasquire, cerca a Catacamas, el valle de Aguan, Gracias a Dios, Río Patuca y Río Plátano, etc.
Aún no hay fotos de su colección.

“History of the Roger Thayer Stone Center for Latin American Studies” at https://web.archive.org/web/20080522064021/http://StoneCenter.tulane.edu/html/history/htm
En 1924 Samuel Zemurray donó a la Universidad de Tulane una biblioteca sobre América Latina, artefactos arqueológicos, y los fundos para el Departamento de Investigación sobre Mesoamérica. Este departamento fue fundado para hace “investigaciones avanzadas en la historia (tanta indígena como colonial), la arqueología, la botánica tropical (tanto económica como medicinal), y sobre los recursos naturales y productos de los países que están en frente de Nueva Orleans por el agua hacia el sur”. El Departamento de Investigación sobre Mesoamérica cambió su nombre a MARI (Instituto de Investigación de Mesoamerica) en 1941.    


“Doris Zemurray Stone” en https://en.wikipedia.org/wiki/Doris_Zemurray_Stone  Doris Zemurray Stone (1909-1994), antropóloga y arqueóloga.  El Centro Stone de la Universidad de Tulane lleva el nombre de su esposo Roger Thayer Stone.

Museo Nacional de Historia Nacional, Instituto Smithsonian

“History of the Smithsonian Institution” (Historia de la Institución Smithsonian) en www.si.edu/about/history    Incluye la información sobre como fue fundado la Institución Smithsonian con dinero de  un rico inglés, el señor James Smithson.

“Chronology of Smithsonian History, First Smithsonian Guidebook Published, September 1857 (Cronología de la Historia del Smithsonian, Primero libro guía del Smithsonian publicado, Septiembre 1857), en  srris-sihistory.si.edu/ipac20/ipac.jsp?&menú=

“Secretaries Smithsonian”  (Secretarios del Smithsonian) https://siarchives.si.edu/history/secretaries-smithsonian

“National Museum Natural History” (Museo Nacional de Historia Natural) en https://siarchives.si.edu/history/national-museum-natural -history.

“Department of Anthropology. A History of the Department,1897-1997” (Departamento de Antropología. Una Historia del Departamento, 1897 a 1997)   en anthropology.si.edu/outreach/depthist.html  Spencer Baird mientras era secretario asistente de la Institución Smithsonian hizo el primero intento de coleccionar sistemáticamente material antropológico. Logró la creación de la División de Antropología del Museo en 1883. Tenía tres divisiones—ethnología que incluyó lingüística, Arqueología, y Antropología Física.  En 1880 fundó la Sociedad Antropológico de Washington, DC.  En 1879 el Congreso estableció el Buro de Etnología Americana separado del Museo Nacional, una unidad de pura investigación—etnología, arqueología, y lingüística.

“Collections Search Center” (Centro de Búsqueda de las Colecciones) en collections.si.edu./search/
Cuando va a esta página hay un espacio para poner lo que busca, por ejemplo, Honduras, y luego haga click en el botón que dice “Search” (Buscar).  En esta búsqueda salen las fotos de las cosas que tienen de Honduras, si acaso ya lo tomaron foto. Se puede hacer click dos veces en la foto para que sale más grande.  Si toca el botón que dice “expand” (expandir) sale más información, incluyendo donde encontraron este objeto, quien lo donó, en que año, etc. Aquí salen las piezas arqueológicas y etnológicas de Honduras (incluyendo Jicaques, Sumus o sea Tawahkas y Mayagnas, Miskitos)  del Museo Nacional de Historia Natural y el Museo Nacional del Indígena Americana.  Hay fotos e información de muchas piezas de los viajes de William Duncan Strong, incluso del Río Patuca y Río Wampu, pero solamente el pipante tawahka y el canalete tawahka de Theodore Morde y solamente una pieza de piedra verde tallado de Frederick A. Mitchell Hodges de Bonacca/Guanaja, Islas de la Bahía.  Hay piezas de Colon e Islas de la Bahía de otras personas.

National Museum of the American Indian Search Collections (Museo Nacional del Indígena Americano, Buscar en las Coleciones)  en  www.nmai.si.edu/searchcollections/home/aspx  La colección hondureña y de la Moskitia Nicaraguense de la Fundación Heye ahora están en este Museo.
Se puede buscar por culturas (Culture) o por lugares (Places) Todas las piezas de Honduras están clasificadas como Maya incluyendo los del Valle de Ulua que probablemente son Lencas. Entonces se puede buscar por  “place”. Luego hay que escoger si quiere ver piezas arqueológicas (Archaeological Items) o Cosas Etnograficas (Ethnographic Items).  Luego donde dice “country” (país) se puede poner “Honduras”.

 Las piezas de alfarería que Theodore Morde trajo de regreso para la Fundación Heye que fueron clasificados como Chorotegas no están visibles por esta manera de búsqueda por el Internet.  Las piezas etnográficas que tienen incluyen un rallador de yuca Garifuna, un Caramba o Arco Musical Jicaque, y el Pipante y Canalete Tawahka de la expedición de Theodore Morde y Laurence Brown.   Tiene foto de la pieza arqueológica que despertó el interés del Sr. Heye en la arqueología de la Moskitia, y luego en la Ciudad de Mono Dios o la Ciudad Blanca—un armadillo tallado de la piedra basalto que fue conseguido entre el Río Aguan y el Río Coco en Honduras, posiblemente coleccionado con la ayuda de los Pech o los Payas, que era en la colección privada de un médico de Nueva Orleans, Dr. Joseph Jones. 


 Museo de Archaeología y Antropología, Universidad de Pennsylvania.

“University of Pennsylvania, Museum of Archaeology and Anthropology” (Universidad de Pennsylvania, Museo de Arqueologia y Antropología) en https://en.wikipedia.org/wiki/University _of_Pennsylvania_Museum_of_Archaeology_and_Anthropology

Penn Museum, Search Object Collections, Honduras (Museo Penn, Buscar en Colección de Objetos, Honduras)  en https://www.penn.museum/collections/search.php?term=Honduras&submit_term=submit+Query
Este museo tiene 525 piezas arqueologicas de Honduras, pero solamente 8 piezas tienen fotos incluyendo un metate grande, 3 vasijas de marmol del valle de Ulua. Ellos tienen piezas del Valle de Ulua, del Valle de Aguan, de Copan, e Islasde la Bahía.  Incluye cerámica, piedra, hueso, obsideano (18 piezas), pedernal, jade (16 piezas),  tres piezas de ópalos de Honduras, piedras para pulir alfararía y un malacate.

Museo de Historia Natural Carnegie y el Instituto Carnegie de Washington, DC


“Carnegie Museum of Natural History” (Museo Carnegie de Historia Natural) en www.carnegiemnh.org  Este museo fundado por Andrew Carnegie no tiene colecciones relacionadas con Honduras, pero muestra el interés de Andrew Carnegie en la Historia Natural y Museos que dieron mayor realce a la ciudad donde tenía sus negocios principales.

“Carnegie Institution for Science” (Institución Carnegie para las Ciencias)  en https://en.wikipedia.org/wiki/Carnegie_Institution_for_Science
Esta organización financiado por Andrew Carnegie financió el trabajo del arqueólogo estadounidense Sylvanus Morley en Chichen Itza, en Copan, y en otros sitios.  El Instituto Carnegie era controversial por su apoyo a la teoría y práctica de Eugenesia.


Historia de la Creación de Carreras de Antropología y Arqueología y sus Asociaciones Profesionales en el Exterior

“American Anthropological Association” (Asociación Americana de Antropología) en https://en.wikipedia.org/American_Anthropological_Association  Fundado en 1902 por el antropólogo cultural Franz Boas.

“American Association for the Advancement of Science” (Asociación Americana para el Adelanto de las Ciencias) en https://en.wikipedia.org/wiki/American_Association_for_the_Advancement _of_Science.
Fundado en 1848, mediante una reforma a la Asociación de Geólogos y Naturalistas, para incluir también antropólogos y lingüistas.  Varios de los primeros arqueólogos como Francis Putnam (1839-1915) y los primeros antropólogos como Franz Boas habían estudiado disciplinas de ciencias naturales antes de enfocar sus carreras académicas en arqueología y antropología. Muchos de los nuevos métodos de la arqueología surgían de análisis hecho por geólogos. 

“List of Antiquarian Societies” (Lista de Sociedades Antiguarías) en https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_antiguarian_societies   La arqueología parcialmente surgió de los intereses de los antiguarios quienes eran personas que estudiaron historia con una atención particular en artefactos antiguos, sitios arqueológicos e históricos, y/o archivos históricos y manuscritos. La mayoría de los antiguarios eran los ricos. El señor Loubat (1831-1927) era un antiguario, Frederic Putnam era miembro de la Sociedad Americana de Antiguarios y también el rico que apoyó Edgar Thompson a estudiar Chichen Itza en México era un antiguario de la Sociedad Americana de Antiguarios de Wooster, Massechusettes, entonces el apoyo a la arqueología mesoamericana al comienzo surge de los intereses de los antiguarios. 

“History of Archaeology” (Historia de la Arqueología) en https://en.wikipedia.org/wiki/History_of_Archaeology     Los antiguarios comenzaron existir en los siglos 16 y 17 entre personas que les gustaron coleccionar artefactos. Los antiguarios estudiaron historia con atención especial a artefactos antiguos y manuscritos igual que sitios históricos.  Ellos dieron énfasis en coleccionar artefactos y mostrarlos en sus casas en gabinetes para “curios” (curiosidades). Al final del silgo 18 y en el siglo 19 los gabinetes personales de “curios” se convertieron en grandes museos nacionales. Pagaron a personas de salir y coleccionar artefactos para dar mayor realce a la colección de su nación y mostrar hasta donde alcanzaba la influencia del país. En la década de 1880 la arqueología comienza a desarrollar técnicas propias para estudiar civilizaciones antiguas y lo hace algo diferente que el simple saqueo. Durante el siglo 20 la arqueología se profesionaliza más, hasta que a la mitad del siglo 20, generalmente excavaciones de ruinas tenían por lo menos un arqueólogo profesional. 

Brownman, D. (2011) “Spying by American Archaeologists in World War I” Bulletin of the History of Archaeology (Espionage por los Arqueólogos Americanos durante la Primera Guerra Mundial, Buletin de la Historia de Arqueología)  21(2) pp. 10-17 en www.archaeologybulletin.org/articles/10.5334/bha.2123  Este artículo identifica arqueólogos, artista arqueológica, y un botánico estudiando la flora de  ruinas arqueológicos quienes a la vez que trabajaban en la arqueología en América Central también estaban trabajando como espías para la Oficina de Inteligencia Naval (ONI) durante la Primera Guerra Mundial. Estos incluyeron personas famosas en Honduras como Samuel Lothrop (agente 173),  y su esposa Rachel Warren Lothrop (Agente 5-32) Sylvanus Morley (Agente 53),  Frederick Wilson  Poponoe (Agente 219), y H. Joseph Spinden (Agente 56).  Mientras estas personas colaboraban con la ONI, un precursor de la CIA, las fundaciones o Museos que les pagaban para trabajar en la arqueología centroamericana continuaron sus salarios aumentando lo que recibieron de la ONI,  como oficiales de la Reserva Naval o como personal civil.

 Fue hasta la década de 1930 que se fundó una Asociación separada para arqueólogos—la Asociación Americano de Arqueología (AAA). Muchos de los arqueólogos de esta época trabajaban para el gobierno federal de los EE. UU. para estudiar restos arqueológicos de los indígenas norteamericanos en parques nacionales y otras tierras federales.

Bibliografía

Chapman, Peter (2009) Bananas: How the United Fruit Company Shaped the World (Bananos:Como la United Fruit Dio Forma al Mundo). Conongate.

Conzemius, Eduard (1932) Ethnographic Survey of the Miskito and Sumu Indians of Honduras and Nicaragua. (Sobrevista etnográfica de los Indígenas Miskitos y Sumus de Honduras y Nicaragua). Washington, DC:  Smithsonian Institution Bureau of American Ethnology,Bulletin 106. (Existe una traducción en español de este libro en bibliotecas en Honduras).
Euraque, Dario (2004) Conversaciones Históricas con el Mestizaje y Su Identidad Nacional en Honduras. San Pedro Sula: Centro Editorial.

Euraque, Dario A. y Manuel Farias (2010) “El golpe de Estado del 28 de Junio de 2009; el patrimonio cultural y la identidad nacional de Honduras. San Pedro Sula: Centro Editorial

Frewen, Cordelia A. (2012 )  “Redefining, Crafting, and Re/Presenting Contemporary Ethnicities: Honduran National Identity, 1994-2006.  (Redefinado, Formando, y Presentando/Representando Etnicidades Modernas: Identidad Nacional Hondureña 1994 a 2006)  Universidad de Denver,  Tesis de Maestría.  (Los tesises de maestría son disponibles para la venta en Proquest.com).

de Fuentes Guzmán, D. Francisco Antonio (1882) Historia de Guatemala o Recordación Florida, Tomo I, colección de la Biblioteca  del Americaniste, Madrid: Luis Navarro.

“Eugenics in the United States” (“Eugenesia en los EE. UU.)  en https://en.wikipedia.org/wiki/Eugenics_in_the_United_States.

“Eugenesia en Estados Unidos” en https://es.wikipedia.org/wiki/Eugenesia_en_Estados_Unidos

Griffin, Wendy (1992) Historia de los Indígenas de la Zona Nororiental de Honduras, Tomo II 1800 a 1992. Manuscrito inédito en biblioteca de la UPN, del IHAH, y en la Universidad de Pittsburgh.

Gudmunson, Lowell & Justin Wolfe (2012) “La Negritud: Entre raza y raíces” San José, Costa Rica: Editorial Universitario Estatal a Distancia (EUNED).  

“La Ciudad Blanca” en https://en.wikipedia.org/wiki/La_Ciudad_Blanca  Tiene información sobre los arqueólogos y otros exploradores quienes han hecho investigaciones en la zona de la Biosfera de Río Plátano y de la Ciudad Blanca desde el comienzo del siglo 20. La primera investigación de un arqueólogo profesional del área donde se cree puede ser ubicada la Ciudad Blanca fue la investigación de Sylvanus Morley de la  zona costera de lo que ahora es la Biosfera de Río Plátano mientras el hacía investigaciones para la ONI, particularmente investigando si había bases para submarinos alemanes en la Costa Caribe de América Central durante la Primera Guerra Mundial.

“Ciudad Blanca (Honduras)” en https://es.wikipedia.org/wiki/Ciudad_Blanca_(Honduras)

Martínez, Juan Ramón (sin fecha) “Etnias Minoritarias: Los Chinos de Honduras” en www.angelfire.com/cas/mas/etnias/chino/chino.html.  El refleja sobre los intelectuales hondureños quienes eran anti-chino y anti-negro en la década de los 1920. “El más destacada de estos adversarios de chino y negros es Ramón Ernesto Cruz quien será honrado por los hondureños con la Presidencia de la República que ejerciera en forma éfimera y pecaría en la década de los setenta.” 

Miralda Bulnes, Danira (2012) Latwan Laka Danh Takisa: Los pueblos originarios y la guerra de baja intensidad en el territorio de la Moskitia, República de Honduras, Tegucigalpa: Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).  Su primer título en Miskito  signfica que “el amor comunitario está acabando”.

Raphael, Leona  (1934) “Explorer Seeks Fabled Lost City: Spurns Weaker Sex Companionship”  (Explorador Busca Legendaria Ciudad Perdida:  Niega Llevar Compañera del Sexo Más Débil) The Calgary Daily Herald, 16 June 1934, p. 34. en https://news.google.com/newspapers?id=JxpkAAAAIBAJ&sjid=G3sNAAAAIBAJ&pg=1617,5791667



Thomas, Lillian (2016) Next Page: “The Last Indian War” waged at the Carlisle Indian Industrial School”  Abril 17, 2016 en www.post-gazette.com/opinion/2016/04/17/The-Next-Page-Native-Americans-were-sent-to-a-Cumberland-County-school-to-learn-to-be-white-writes-Lillian-Thomas/stories/201604700
(La Próxima Página: “La Última Guerra indígena” se llevó a cabo en la Escuela Industrial para Indígenas de Carlisle”. ---La Página Próxima, Indígenas nativos fueron enviaron a una escuela del Condado Cumberland para aprender ser blancos escribe Lillian Thomas).  La última guerra indígena se llevó a cabo en contra de los niños indígenas según este artículo donde la escuela de Carlisle tenía el lema “matar al indígena, guardar el hombre.”  Esta escuela fue modelo para otras escuelas indígenas con internado en los EE. UU. y en Canadá. Muchos de los problemas actuales de los indígenas norteamericanos los indígenas creen que tenían orígenes en la práctica de separar los niños indígenas de sus padres y abuelos por muchos años para intentar que se olviden de sus culturas tradicionales.  Ha sido una lucha en los EE.UU. y en Canada para que los indígenas pudieron tener educación local y que los indígenas manejan el control de la educación de sus hijos.  

Vallejo, Antonio R. (1888) Censo General de la República de Honduras levantado el15 de junio de1887, Tegucigalpa, Honduras: Tipografía del Gobierno. Dirección General de Estadistica en https://books.
google.com/about/Censo_general_de_la_República_de_Honduras.html?ide=GicgAAAAYAAJ&hl=es  

Vallejo, Antonio R. (1997) Primer Anuario Estadístico: correspondiente al año de1889. Tegucigalpa: Editorial Universitaria.

WorldCat (sin fecha) “Doris Stone 1909-1994” en worldcat.org/identities/lccn-n83040033/  Nota que ella escribió 99 obras en 344 publicaiones. Entre sus obras más importantes para la arqueología hondureña son “Archaeology of the North Coast of Honduras”  (Arqueología de la Costa Norte de Honduras) publicado por el Museo Peabody de Harvard en inglés en 1941,   Archaeology of Central and Southern Honduras (Arqueología de la Zona Central y Sur de Honduras) publicado por el Museo Peabody en inglés en 1957,  Arqueología de la Costa Norte de Honduras publicado por el Museo Peabody en español en 1975, The Archaeology of Lower Central America (La Arqueología de la parte sur de América Central) con Frederick Lange en 1984.

Comunicación Personal

Antonieta Máximo, escritora, compositora, y actriz hondureño estudió en la UNAH cuando solamente había estas dos carreras.

Don Jacinto, un anciano y líder Tawahka. Entrevistado en Tegucigalpa.

Elizabeth Meigham, profesora de inglés al nivel segundario y superior, estaba en el primer curso de entrar en la Escuela Superior del Profesorado en 1956. 

Dr. Rolland Paulston, profesor jubilado de Educación Latinamericana de la Carrera de Educación Internacional para el Desarrollo de la Universidad de Pittsburgh. 

Tiburcio Carias, sobrino del General y Presidente Tiburcio Carias,  comunicación personal  mientras el estaba estudiante de inglés en la UNAH.

Scott Wood,  profesor Miskito, encargado de educación bilingüe intercultural Miskito por mucho tiempo, comunicación personal.  La siguiente escuela primaria en la Moskitia no fue establecido por el gobierno de Honduras, sino por la Misión Morava en Brus Laguna en la década de 1950. Era una escuela bilingüe español-miskito. Cuando el gobierno de Honduras se encargó de la educación de la Moskitia en la década de 1960, volvió la política de una educación monolingüe en español y se continuó la política de la españolización de los Miskitos, los Garífunas y los Isleños, tres etnias afro-hondureñas cada uno con su propio idioma (Miskito, Garífuna, Inglés) que el gobierno deseaba españolizar.

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